Madurai es una ciudad del estado de Tamil Nadu en la desembocadura del río Vaigai.
Madurai tiene un patrimonio cultural rico, fruto de su importante pasado en la era tamil de hace más de 2500 años y de haber sido un importante centro comercial. Es muy conocida por el templo de Meenakshi situado en el corazón de la ciudad que atrae a turistas y a peregrinos.
El enorme complejo del templo se dedica a Shiva, conocido aquí como Sundareshvara y su consorte Parvati o Meenakshi. El templo original fue construido por Kulasekara Pandya.
El conjunto del templo está dentro de un recinto alto, en la base del cual están los dos santuarios para el Meenakshi y Sundareshwara, rodeado por un número de capillas más pequeñas y magníficos pasillos de pilares. Especialmente impresionantes son los 12 gopuras o torres. Sus torres altísimas se levantan desde bases sólidas del granito, y se cubren con las figuras del estuco de las deidaddes, de los animales míticos y de los monstruos pintados en colores vivos.
Es un importante centro de peregrinaje y por ello se encuentra repleto de fieles que llevan sus ofrendas a los diferentes altares. Las ofrendas en los templos hindues consisten en dinero, incienso, alimentos y flores. Los dioses, al igual que los mortales, se alimentan y necesitan refugiarse del frio por lo que muchas de las estatuas que los representan se cubren de ropajes y se deja comida a sus pies. Lo mismo les sucede a los brahmines (sacerdotes del templo) y necesitan dinero (algunos llevan móvil con cámara digital) , comida, regalos (ofrendas), etc.
La ciudad es un buen lugar para comprar saris y seda ya que abundan las tiendas dedicadas a este sector.
Visita a la ciudad: Templo con gran patio circundante, donde se celebra un festival acuático (Vandiyoor Mariamman), palacio de Thirumalai Nayak, templos de Meenaskshi, dedicados a Shiva y su mujer Meenaskshi.
Subimos a una colina para ver el hotel Taj Mahal, donde tomamos café.
Compra de cuentos populares hindúes.
Subimos a una colina para ver el hotel Taj Mahal, donde tomamos café.
Compra de cuentos populares hindúes.
Por la tarde, fuimos al cine para ver: Stolen Days (Recuerdos de los días colegiales).
Una experiencia sociológica muy interesante. Ir al cine en la India es interactivo total, el público grita, llora, patalea, maldice al "malo", baila y canta con la música, etc
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