24 dic 2008

BÉLGICA: Dos culturas, un país. Agosto 1996.



 Bélgica limita al norte con Países Bajos, al este con Alemania y Luxemburgo y al sur con Francia. Al oeste está bañada por las aguas del Mar del Norte. Perteneciente a los Países Bajos, el paisaje belga destaca por su carácter llano y la ausencia de elevaciones de importancia, lo que no impide que se dé una amplia variedad paisajística, desde las dunas y llanuras pela
das de la costa hasta los montes cubiertos de densos bosques de las Ardenas.




 En la  
distribución del territorio pueden distinguirse tres grandes zonas geográficas: el noreste, donde se encuentra la región de Kempen, una zona minera e industrial, el centro del país, formado por tierras llanas y fértiles donde se encuentra la capital, Bruselas, y la región de Las Ardenas, al sureste, donde proliferan los bosques ondulantes y los campos. 

 Bélgica posee dos comunidades lingüísticas bien diferenciadas: los flamencos al norte, en la región de Flandes, que hablan una lengua similar al holandés (neerlandés), y los valones, francófonos, al sur. Bruselas, en la frontera entre ambas zonas, es una de las pocas ciudades realmente bilingües del país. Estas dos comunidades no han tenido siempre una fácil convivencia. A unos y a otros les une su catolicismo, creencia mayoritaria.
 La importancia de la burguesía mercantil de los siglos XIV a XVII tuvo su reflejo en una época de prosperidad para las artes. Florecieron las catedrales, palacios y mansiones, así como destacados pintores: Van Eychk, Brueguel, Rubens y Magritt.
En literatura destaca Georges Simenon, autor de novelas policíacas donde los casos son resueltos por el detective Maigret.
El cómic es una modalidad artística muy cultivada en Bélgica. Hergé, el padre de Tintín, es la figura más conocida. Los Pitufos, esas simpáticos y diminutas criaturas azules del bosque que encandilaron a los niños de la década de los ochenta son obra de Peyo, un dibujante de Bruselas.
En cuanto a la música, la figura más genuina es el cantautor Jacques Brel.



 Recorrer Bélgica es bastante fácil ya que las distancias son cortas y el transporte público es eficaz y económico. El medio de transporte más recomendable es, sin duda, el ferrocarril ya que es muy eficaz, completo y barato. El autobús sólo es necesario para distancias muy cortas.
 Gastronomía: Basada en la carne, el pescado y el marisco ofrece, a pesar del pequeño tamaño del país, variaciones regionales. Entre las verduras, destacan las coles de Bruselas y las endibias, vegetal del que Bélgica es uno de los principales productores y que se prepara bajo muy diversas formas. 
Pero si de algo están orgullosos los belgas es de sus mejillones. Se pueden encontrar en casi todas las ciudades del país, ya sean flamencos o valones, preparados de diversas maneras.
El deliciosamente achocolatado y pringoso gofre, con sus reconocibles cuadraditos, es un postre belga. 
Dos puntales de la gastronomía belga que le han dado fama son las cervezas y el chocolate. Entre las primeras existe un amplia variedad, desde rubias a negras, de trigo o de abadía, más artesanales. El chocolate se disfruta en bombones, tartas, batidos o helados.


 La industria textil es una de las tradiciones más arraigadas en el país. Las telas de Flandes fueron muy famosas durante muchos siglos. Pese a haber perdido auge, esta industria sigue siendo muy pujante en Flandes y Bruselas por lo que son dos buenos puntos para adquirir alguno de sus famosos tejidos. Los encajes en Brujas, los tapices en Malinas o los juguetes de madera en la zona de las Ardenas, son buenas ideas de compra. El chocolate belga, del que existen numerosas variedades, es exquisito. Las cervezas son también una buena adquisición.
Amberes es considerada la capital mundial del tráfico de diamantes y en la ciudad existen más de 1.500 empresas dedicadas a este comercio. Es un buen lugar, si el bolsillo te lo permite, para comprar diamantes o joyas.
Los amantes de los deportes y el turismo activo encontrarán en muchos de sus ríos y canales una excelente oportunidad para navegar en canoa. Además de muchas otras actividades que agrupan desde la equitación al trekking, Bélgica es uno de los paraísos de los ciclistas. Desplazarse en bicicleta es casi obligado en este país donde las distancias son cortas, el terreno llano y la infraestructura perfectamente adecuada a este medio de locomoción. De aquí han salido famosos y buenos ciclistas: Eddy Merck, Van Poppel, Van Impe, etc.
 Lugares a visitar: Bruselas, la capital, Brujas, Amberes, Gante, Lovaina, etc.

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