Lausana fue en el medievo una ciudad episcopal que conserva gran parte de su atractivo pese a haberse convertido en centro económico y financiero de grandes multinacionales. Está enclavada en un terreno bastante escarpado con calles empinadas y escaleras.
En su casco antiguo cabe destacar la plaza Palud, flanqueada por las arcadas del Ayuntamiento renacentista y con una fuente en su centro; la catedral gótica reconvertida en iglesia protestante; la torre que ofrece una excelente panorámica de toda la ciudad y del lago; el palacio de Rumine o la zona de Ouchy, que corresponde a todo el frontal del lago que se ha convertido en un reputado centro hotelero.
Lausana es la sede del Comité Olímpico Internacional, y se encuentra también el Museo Olímpico.
La ciudad posee también la Catedral de Lausana, uno de los más bellos edificios de estilo Gótico en Suiza.
Lausana, la capital del Cantón de Vaud, se encuentra a orillas del Lago Lemán en la región francófona de Suiza. Es la quinta ciudad más grande del país y el principal centro económico y administrativo en la Suiza occidental después de Ginebra. La característica más destacada de la ciudad son sus calles empinadas. Un desfiladero atraviesa el centro de la metrópoli por lo cual se tuvieron que tender puentes de un barrio al otro. Una serie de escaleras cubiertas conducen a la catedral y un tren de ruedas dentadas conecta la estación ferroviaria con la ribera del lago.
El casco antiguo es dominado por la catedral, considerada como la obra más impresionante de la época gótica temprana. Durante más de mil años, Lausana fue sede obispal. En el barrio alrededor de la catedral hay calles de compras al igual que en el pintoresco barrio porteño de Ouchy. El único «metro» de Suiza enlaza a los barrios, facilitando el tráfico en la ciudad ubicada en una vertiente.
Asimismo son atractivos los parques de aire meridional así como los suntuosos hoteles de lujo como el Beau-Rivage Palace en Ouchy o el Hotel de l'Angleterre, en el que solía hacer noche Lord Byron.
Asimismo son atractivos los parques de aire meridional así como los suntuosos hoteles de lujo como el Beau-Rivage Palace en Ouchy o el Hotel de l'Angleterre, en el que solía hacer noche Lord Byron.