Fue declarada por la Unesco, Patrimonio de la Humanidad en 1999 y es una de las pocas urbes medievales habitadas que se conservan en Europa. Las calles con muchos escalones, los arcos y las altas torres de defensa configuran la imagen de estas calles de la ciudadela.
Quedan por lo menos 11 torres en las intactas murallas de Sighisoara, dentro de las cuales hay calles de adoquines bordeadas por edificios del siglo XVI e iglesias intactas.
Destacan la imponente torre del reloj de Piata Muzeului. El reloj de 1648 se detuvo hace mucho tiempo y esa torre del siglo xiv es hoy un museo con una buena colección de artefactos locales, un modelo en escala de la ciudad y una magnífica vista desde arriba. Cerca, en la Piata Muzeului, está la casa donde Vlad Tepes vivió desde 1431 hasta 1435, que ahora tiene un restaurante arriba y una vinería abajo.
Piata Cetatii, con sus bancos y sus bellas casas antiguas, es el corazón de Sighisoara. La Escalera Cubierta conduce a la iglesia gótica Bergkirche con sus frescos de caballeros con armadura rescatando a damas en peligro. Las viejas lápidas alemanas de la iglesia y el cementerio contiguo son fascinantes.
Cada hora, en la torre del reloj, unas figuritas mecánicas dan las horas, lo que atrae a numerosos turistas que visitan la ciudad.
Fuimos a comer a la “Casa de Drácula”, un restaurante muy turístico, que incluso tiene en su menú, la Tapa del conde.
+ INFO: http://www.vacance-roumanie.com/vacaciones_a_Rumania/sighisoara.html
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