Santa Catarina ofrece alrededor de 560 kilómetros de playas. Algunas de las más bellas playas son: Guarda do Embaú, Garopaba, Praia do Rosa, Imbituba, Bombinhas, Itapema y Balneário Camburiú.
La trayectoria de su colonización tuvo inicio en el Litoral con la llegada de los portugueses. A fines del siglo XIX fue el turno de los italianos, la mayor corriente migratoria ya recibida por Santa Catarina. Ellos ocuparon principalmente la Región Sur del Estado. Y hoy en día es el turno de los industriales alemanes.
Santa Catarina está considerado uno de los estados brasileños más ricos y prometedores. Conocido como un pedazo de Europa en el Sur del Brasil; el Estado de Santa Catarina tiene uno de los mayores índices de desarrollo económico de la región.
Joinville, Blumenau, Brusque y Pomerode son ciudades que preservan esa fuerte herencia germánica en la arquitectura y gastronomía.
Florianópolis, capital del Estado de Santa Catarina, es una isla donde se expresa el más puro encanto tropical.
Turistas brasileños, argentinos, uruguayos y chilenos visitan cada año la diversa costa de Florianópolis. La ciudad de Florianópolis está en una isla conectada al continente por dos puentes.
Posee parte de isla y parte de continente; con una naturaleza privilegiada y una destacada arquitectura colonial representada en sus fuertes, fortalezas, iglesias y en sus puentes.
Disputada por españoles, belgas y holandeses, fue ocupada en el S. XVIII por Azorianos (inmigrantes de las islas Azores portuguesas), que dejaron su huella en la arquitectura colorida, en las fiestas folklóricas, en los museos y en las iglesias. Allí se puede apreciar la "Fiesta da Tainha", en la Barra da Lagoa.
Florianópolis también es conocida por sus bellas playas, donde los camarones y langostas son los más apreciados crustáceos de su comida típica.
La zona norte y central de Florianópolis son las más frecuentadas debido a la excelente infraestructura turística y hotelera. En la zona sur, algunos barrios conservan el aspecto de pueblitos del interior, ya sea en su forma de hablar o en la celebración de sus fiestas folclóricas.