Potosí es una de las ciudades más antiguas, famosas y de más historia de América, conocida por su derroche de riqueza, a cuya sombra surgieron centenares de iglesias, residencias, palacios y plazas, y cobraron un auge inusitado las bellas artes entre los siglos XVII y XVIII. Llegó a ser el mayor centro de producción de plata del continente y se convirtió, en pleno siglo XVII, en la ciudad más grande de América. "¡Vale un Potosí!" fue una frase común en la época colonial para expresar el altísimo valor de un objeto.
La ciudad de Potosí es una ciudad del sur de Bolivia, que se extiende a las faldas una montaña llamada Sumaq Orcko ('Cerro Rico') que contenía la mina de plata más grande del mundo. Con más de 170.000 habitantes y a una altitud de 4,500 mts. sobre el nivel del mar.
El establecimiento de la ciudad de Potosí fue el resultado del descubrimiento de las vetas de plata del Cerro Rico. Nació como un asiento minero en las faldas de la montaña. Los españoles tomaron posesión del cerro e iniciaron su explotación pero jamás tuvieron la intención de fundar una ciudad, así surgió sin orden ni concierto una ciudad de callejuelas tortuosas, cuya disposición buscaba esencialmente el resguardo de los vientos helados. Creyeron que la veta de la mina se agotaría pronto, pero no se agotó la mina porque Cerro Rico contenía uno de los mayores yacimientos argentíferos que jamás se han hallado. En 1546, año siguiente del hallazgo de la mina, se fundó la Villa Imperial de Potosí.
Potosí produjo el 50 % de toda la que se obtuvo en el mundo a fines del siglo XVI.
En 1610 tenía 160.000 habitantes e igualaba en extensión a Paris y Londres.Era una de las ciudades más opulentas del orbe. No había artículo suntuoso que no pudiera adquirirse: sedas chinas, sombreros ingleses, calzas napolitanas, perfumes árabes.... Los hogares potosinos se adornaban con alfombras persas, mobiliario flamenco, pinturas italianas y cristal veneciano.
Las numerosas órdenes religiosas se asentaron sucesivamente y con el apoyo de los ricos mineros levantaron 32 templos y varios conventos, cuya arquitectura rica y variada se conserva aún, al igual que casonas fastuosas y otras edificaciones administrativas.
Para conseguir trabajadores indios el virrey Toledo recurrió a la mita (sistema de trabajo de los incas), obligando a los pueblos indígenas a suministrar 13.500 hombres para las minas. Así podía tener 4.000 trabajando, mientras descansaban otros 9.000.
La minería permitió a muchas personas amasar grandes fortunas, pero para la población nativa los efectos sociales fueron muy perjudiciales, pues acabaron con innumerables vidas humanas.
La producción de plata llegó a su punto máximo alrededor del año 1650, momento en el cual las vetas empezaron a agotarse.Lo que salvó a Potosí fue la producción de estaño, un metal al que lo españoles nunca le dieron importancia. La explotación se inició durante la primera mitad del siglo XIX. Hoy día, la minería de plata y estaño continúa en Potosí, aunque sin alcanzar la importancia del pasado.
En la actualidad, las iglesias de estilo barroco y las elegantes mansiones, hoy convertidas en museos, se mantienen como un vivo recuerdo de la época española.
Potosí fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1987.
La ciudad cuenta con un gran patrimonio arquitectónico, está representado por numerosas construcciones coloniales: la Catedral de Potosí, la Casa de la Moneda, que conserva importantes archivos coloniales y constituye uno de los edificios civiles más destacados, la Torre de la Compañía, un convento religioso del s. XVIII (hoy sede de Turismo), que refleja el máximo esplendor de Potosí, las iglesias de San Francisco, el convento de Sta. Teresa. También se debe pasear por el mercado, de gran colorido indígena y subir al Cerro Rico y visitar una mina.
Es recomendable la película El minero del diablo , la historia de 2 niños hermanos que trabajan en las minas del Cerro Rico.
Nos alojamos en el Hostal Colonial, a 2 cuadras del centro, en la calle Hoyos. Fuimos a comer al ingenio de San Marcos y al Phisqas Warniis (Cinco Mujeres) en la calle Sucre, un lugar cogedor y familiar.
Potosí, una ciudad que hay que ver en un viaje a Bolivia, y como reza su eslógan, “ más cerca del cielo”.
+ INFO: http://www.potosi.com.bo/spanol/calles.htm
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