Benarés (nombre oficial Varanasi) es una ciudad de unos 2.000.000 de habitantes en el estado de Uttar Pradesh en la India. Situada a orillas del río Ganges, es la ciudad santa del hinduísmo.
Conocida también con el nombre de Kaasi que significa “ciudad de la luz”, Benarés debe su nombre actual a su situación geográfica, entre los ríos Varana y Así.
Benarés era ya una ciudad santa hace más de tres mil años, época en la que era un centro religioso dedicada al dios Sol. La ciudad sufrió un importante saqueo por parte de tropas provenientes de Afganistán en 1300. Posteriormente, Benarés sufrió el ataque del emperador mogol Aurangzeb que, en el siglo XVII, pretendía acabar con el hinduísmo. La ciudad sobrevivió ambos ataques, aunque la mayoría de los templos y edificios fueron destruidos.
En la actualidad, Benarés está considerada la ciudad más sagrada y el principal punto de peregrinaje para los hinduistas. La categoría de ciudad santa proviene de la creencia de que una de las cinco cabezas del dios Brahma consiguió descansar al llegar a esta ciudad. Además, según el hinduísmo, la mano izquierda de Sati, una de las reencarnaciones del dios Shiva cayó en Benarés. Cada una de estas divinidades tiene su propio templo en la ciudad.
Según el hinduismo, todo aquel que muera en Benarés o a menos de sesenta kilómetros de la ciudad, queda liberado del ciclo de las reencarnaciones y entra directamente en el Nirvana. Los baños en el río Ganges se consideran también como purificadores de los pecados. Además, todo hinduista debe visitar por lo menos una vez en la vida Benarés.
Conocida también con el nombre de Kaasi que significa “ciudad de la luz”, Benarés debe su nombre actual a su situación geográfica, entre los ríos Varana y Así.
Benarés era ya una ciudad santa hace más de tres mil años, época en la que era un centro religioso dedicada al dios Sol. La ciudad sufrió un importante saqueo por parte de tropas provenientes de Afganistán en 1300. Posteriormente, Benarés sufrió el ataque del emperador mogol Aurangzeb que, en el siglo XVII, pretendía acabar con el hinduísmo. La ciudad sobrevivió ambos ataques, aunque la mayoría de los templos y edificios fueron destruidos.
En la actualidad, Benarés está considerada la ciudad más sagrada y el principal punto de peregrinaje para los hinduistas. La categoría de ciudad santa proviene de la creencia de que una de las cinco cabezas del dios Brahma consiguió descansar al llegar a esta ciudad. Además, según el hinduísmo, la mano izquierda de Sati, una de las reencarnaciones del dios Shiva cayó en Benarés. Cada una de estas divinidades tiene su propio templo en la ciudad.
Según el hinduismo, todo aquel que muera en Benarés o a menos de sesenta kilómetros de la ciudad, queda liberado del ciclo de las reencarnaciones y entra directamente en el Nirvana. Los baños en el río Ganges se consideran también como purificadores de los pecados. Además, todo hinduista debe visitar por lo menos una vez en la vida Benarés.
El principal destino de los peregrinos que visitan la ciudad son los ghats, nombre que reciben las escaleras de piedra que descienden hasta el Ganges. Al amanecer, se puede ver a hombres y mujeres realizando sus baños purificadores en el río a la vez que rinden tributo al dios del Sol, Surya. Cada una de estas escalinatas, construidas en el s. XVIII, tiene un nombre y una función especial. Los ghats de Manikarnika y Harishchandra son los crematorios principales. En el ghat de Panchaganga se cree que convergen cinco ríos sagrados. En total, la ciudad de Benarés cuenta con más de 100 ghats. En su paso por esta ciudad el río Ganges cuenta con un importante grado de contaminación.
Si hubiera que elegir una ciudad que representara la quintaesencia de la India, ésta sería sin lugar a dudas Benarés. Modelada por el Ganges y volcada al Ganges, el río más sagrado del Indostán, sus calles y casas, sus templos y escalinatas, sus chabolas y palacios hierven de gentes venidas de todos los rincones del país en peregrinación, con el fin de darse un baño ritual en las aguas del río. O para morir en la paz de sus orillas y, tras ser aventadas sus cenizas en la corriente, poder franquear las puertas de la eternidad. Benarés es un crisol donde se funden, en bullicioso caos, todos los pueblos, castas y religiones del subcontinente indio, con sus contradicciones, su espiritualidad y sus miserias.
Nos levantamos a las 5 de la mañana, para ver el amanecer y los baños purificadores en el río Ganges. Nos subimos en una barca y recorrimos varios ghats, viendo un espectáculo indescriptible, con las gentes haciendo sus abluciones y ofrendas. Bajamos en un ghat y allí mísmo, estaban cremando un cadaver. Se nos advirtió no hacer fotos, pues no es un atractivo turístico.
Al atardecer, nos dirigimos de nuevo al ghat para ver el ocaso y otra vez los baños en el río. En ese momento llegaba un entierro con músicos y los familiares del finado, nos invitaban a unirnos a la "fiesta", pues para ellos, el paso de la vida a la muerte, no es más que eso, una fiesta.
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