A 37 kms de Agra se construyó una ciudad en piedra arenisca roja, llamada Fatehpur Sikri. Esta ciudad fue construida por el emperador de Mughal, Akbar. Había planeado esta ciudad como su capital pero la escasez de agua le obligó a que abandonara la ciudad.
Fatehpur Sikri fue construida durante 1571 y 1585. Esta ciudad fantasma tiene hoy una población de cerca de 30.000 habitantes y ha conservado muchas de las viejas estructuras, debido a los esfuerzos del departamento arqueológico.
La puesta del sol sobre las ruinas es obligada. Fatehpur Sikri es el mejor ejemplo de la culminación de la arquitectura hindú y musulmana. La mezquita de Fatehpur Sikri es una copia de la mezquita de la Meca y tiene diseños, derivados de la arquitectura persa y hindú.
El primer contacto con Fatehpur Sikri impresiona por su grandeza; se trata de la monumental puerta de entrada a la mezquita, en la fachada sur, por la que se accede; se llama Bulland Darwaza y se eleva 40 m por encima del nivel del patio de la mezquita. Un inmenso arco apuntado en el centro rodeado por una superficie plana; arcos más pequeños a varias alturas en su interior y en los laterales; chattris en su parte superior; todo ello da una gran sensación de esplendor; pero desde fuera, cuando se contempla desde inmediatamente debajo, esa sensación es mucho mayor aún, ya que desde la carretera hasta la entrada ascienden unos 70 escalones; esta obra tan colosal constituye la afirmación del poderío de Akbar.
La gran mezquita fue en su día la mayor de la India; su patio es inmenso y la sala de oración, en el lado occidental, muy amplia. Dentro del patio, en el lado norte, se halla la tumba del jeque Salim Chishti, revestida totalmente de mármol blanco, que destaca del resto de la mezquita construido mayoritariamente en arenisca roja. Se eleva sobre una pequeña plataforma; en su parte superior lleva una cúpula central rematada por un pináculo metálico y un amplio alero que es sujetado por hermosas columnas ricamente labradas formando una galería que rodea a la Sala principal de la tumba; los muros de ésta son de celosía por lo que mantienen el interior aireado y al mismo tiempo oculto. En el interior se halla el cenotafio, cubierto por un toldo de piedra sujetado por cuatro columnas; todo ello ricamente decorado. La tumba del santo Salim sigue siendo un lugar de veneración, donde fieles y visitantes depositan sus ofrendas de flores o dinero.
El Palacio Imperial de Fatehpur Sikri, situado al norte de la mezquita, está formado por una serie de pabellones y amplios patios rectangulares unidos entre si, agrupados en terrazas en la cima de la estrecha colina de Sikri. Al igual que la mayoría de los palacios indios de la época se compone de una zona para mujeres, una zona para hombres y una zona pública. Cada edificio tiene su carácter propio y original.
Pero el pabellón mas característico de Fatehpur Sikri es sin duda el Panch Mahal, situado en la zona para mujeres; se trata de un edificio de cinco plantas, cada una de ellas de menor extensión que la precedente, formando una pirámide asimétrica. Destaca sobre los edificios de su entorno por su altura y también por su estructura peculiar; cada planta es una sala de columnas (muchas de ellas decoradas con relieves variados) completamente abierta, y cada uno de sus tejados planos sirve de terraza para la planta superior; el piso mas elevado solo consta de cuatro columnas cubiertas por una cúpula cuadrada. Las salas del Panch Mahal en tiempos de Akbar no estaban tan abiertas al exterior como se muestran hoy día, ya que los espacios entre las columnas exteriores estaban cubiertos por muros de celosía desde donde las mujeres podían observar sin ser vistas.
Después de visitar esta maravillosa ciudad, deambular por sus patios y observar a los vendedores callejeros, nos dirigimos a otra lugar emblemático de nuestro viaje por India del norte, la ciudad de Agra.
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