TEGUCIGALPA, la capital.

Tegucigalpa o ‘Tegus’ para lo amigos, es la capital de Honduras, desperdigada por el Monte Picacho y regada por las aguas de los rios Choluteca y Chiquito. 

Ubicada en el centro del país, es la ciudad más grande del país .La ciudad se encuentra en un altiplano, a unos 990 m, rodeada de colinas, entre las que se destaca, al norte, el cerro El Picacho (1240 m). Su población es de 1.324.324 habitantes (estimación 2011).

El río Grande o Choluteca cruza la ciudad de norte a sur y la divide en dos zonas: la Tegucigalpa propiamente dicha, al este, y Comayagüela, ciudad que se fusionó con Tegucigalpa en 1898, al oeste. Ambas forman el municipio del Distrito Central, sede constitucional del Gobierno de la República de Honduras.

El centro histórico de Tegucigalpa conserva algunos interesantes elementos de la arquitectura colonial de los siglos XVIII y XIX, los más importantes son:

• La Iglesia Catedral de San Miguel, en el centro de la ciudad,
• El Santuario de la Virgen de Suyapa en las afueras
• Fuente y escalinata hacia el barrio La leona.
• Teatro Nacional Manuel Bonilla.
• Palacio legislativo del Congreso Nacional.
• Banco Central de Honduras.
• La Sala Bancatlán.

El ambiente que se respira por las calles del centro histórico embriaga al viajero, que no debería dejar de pasear por sus barrios ni olvidar la visita del Parque Central, por donde medio Tegucigalpa desfila a diario, antes de acercarse a la blanca fachada de la Catedral de San Miguel para admirar los capiteles que la adornan y las maravillas que oculta en su interior.
También son obligadas las visitas a la casa del Rescate, del siglo XVIII, a la más antigua iglesia de Tegucigalpa, la de San Francisco, que remonta su origen al año 1592, a la Galería Nacional de Arte y a la Iglesia de Los Dolores, frente a cuya barroca fachada se esparce una anárquica placita donde los quioscos de comida se confunden con los vendedores de artesanía.

Entre los museos destaca el MIN, Museo de Identidad Nacional dedicado a los pobladores hondureños para fortalecer la memoria histórica e identidad nacional.Si no puedes visitar Copán, la sala Copán Virtual te permite tener una experiencia imaginaria y transportarte en espacio y tiempo a la época en que Copán se encontraba en su mayor esplendor.

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