Samarcanda: Al oír este nombre se despierta nuestra imaginación y soñamos con las mil y una noches, la ruta de la seda y las fantasías orientales.
A esta ciudad se la ha llamado de muchas maneras y todas elogiosas: joya del Islam, perla de Oriente, centro del Universo, ciudad mausoleo…. Y todo porque los arqueólogos la han llegado a comparar con Babilonia y con Roma.
Ha sido una de las ciudades mas pobladas del Asia Central y cuando fue fundada, en el año 700 antes de Cristo, se la denominó Afrasiab y Marakanda.
Una historia accidentada:
Era la capital del Reino de Sogdia cuando - en el año 329 A.de C. – la conquistó Alejandro Magno que además se casó con Roxana, una princesa de aquel reino. Tras la muerte de Alejandro tuvo que defenderse de todo tipo de invasores , fueran persas, árabes u otros pueblos Desde el siglo VI era el gran centro político y cultural de Asia Central y cuando en el siglo VIII llegó el Califato, se convirtió en el centro de la cultura musulmana,
En el 1220 los Mongoles casi la destruyen por completo y con los Timúridas y su jefe Amir Tamour ( mas conocido como Tamerlán ) Samarkanda fue la capital de su Imperio que fue potente pero efímero pues solo duró 1 siglo.
Estamos hablando de los años 1370 a 1499. Años de paz y prosperidad bajo la mano de hierro de Tamerlán. Lo positivo de ello es que la mayoría de los grandes monumentos de esta ciudad son de aquella época; de manera que – en un solo siglo – Samarkanda se convierte en una increíble ciudad de minaretes y grandes cúpulas turquesas.
De capital del país a capital industrial:
Más tarde, con Ulug Bek ( nieto de Tamerlán ) se convierte en el centro científico más importante de su época, puesto que Ulug era astrónomo y matemático.
En la Edad Moderna, pasa a ser capital del Khanato de Bukhara y en 1868 fue conquistada por los rusos e incorporada a su imperio. Los Rusos la hicieron capital del UZBEK en 1925. Pero, cuatro años mas tarde, ellos mismos trasladaron la capital del país a Tashkent , si bien Samarkanda continuó siendo el centro económico y cultural de los uzbekos.
Tras la independencia de la URSS, en 1991, esta ciudad adquiere un gran desarrollo industrial y turístico. Ciudad de las grandes cúpulas y mosaicos turquesas que sigue suscitando la admiración del viajero; y la referencia más importante de la Ruta de la Seda. En industria es la sede de la factoría de coches Daewoo y sus empresas subsidiarias.
La Plaza Registan, una gran joya de Asia
La gran joya de Samarkanda es la Plaza Registan , corazón de la ciudad, el conjunto mas grandioso de Asia central y uno de los mas bellos del Islam. Su nombre significa “ plaza de arena “ y así ha sido durante siglos, por la acumulación arenosa que presentaba. El lugar ha sido restaurado en su esplendor original y la plaza urbanizada para su mejor contemplación. No han faltado problemas con este conjunto cuyas tres medersas han servido de almacén de cereales durante la dominación rusa, y la plaza ha contemplado todo tipo de manifestaciones políticas y antirreligiosas. Hoy en día, se han respetado sus antiguas funciones sagradas aunque no tenga estudiante alguno. Se han estabilizado los minaretes, reconstruido las cúpulas azules, restaurado los coloridos mosaicos y evacuado los mas de dos metros de arena y tierra que los siglos habían depositado en la plaza. Si bien Tamerlán se afanó en construir mezquitas y mausoleos, su nieto Lug Bek , levantó medersas para la enseñanza del Islam y de diversas ciencias profanas.
- La medersa de Ulug Beg
La primera medersa ( ó madrasa ), situada a la izquierda del conjunto de la Plaza Registán lleva su nombre. Construcción de gran altura y envergadura , está perfectamente equilibrada por la elegancia de sus formas y la belleza de sus mosaicos . Dos estilizados minaretes enmarcan la fachada principal cuya parte central esta ocupada por una monumental y altísima puerta – se decia que dos o tres veces mas alta que el cielo - por la que se accede a un bello patio interior ajardinado en cuyos dos pisos de arcadas se distribuyen las cincuenta “hujras” ( o celdas de estudiantes ) de la madrasa. Era capaz de acoger cien estudiantes de Islam y ciencias profanas y en ella, el mismo Ulug Beg había enseñado su gran pasión que era la astronomía.
Su restauración coincidió con el 600 aniversario de Ulug Beg ( año 1994 ) y el interior ha recobrado todo el esplendor que tuvo en su época. Secularizada también por los rusos, actualmente esta madrasa utiliza sus salas interiores como lugar de congresos y reuniones; y en su hermoso patio se celebran las cenas oficiales con muestras de folklore para los asistentes internacionales. - La medersa Tilia Kari:
- La segunda medersa, en el centro del conjunto, es llamada Tilia Kari y tiene nada menos que 75 metros de longitud; su construcción data de 1646 a 1660. Dos alas con dos pisos de “hujras” forman la gran fachada mientras flanquean una inmensa puerta y dos pequeños minaretes completan el espectacular edificio. Pasando al interior, las hujras rodean todo el perímetro del patio ajardinado y están reconvertidas en boutiques de artesanías y regalos. Sobre el lado izquierdo de este patio está la Sala de Oraciones cuyo “mihrab “, nichos y bóvedas de mocárabes han recuperado sus magníficos tonos dorados. Esta sala – convertida en un pequeño museo – esta rematada externamente por una gran cúpula turquesa que dignifica aún más esta medersa.
- La medersa de Chir Dor:
El nombre de la tercera medersa significa : puerta de los leones y data de 1619 a 1636. Con una estructura bastante similar a la de Ulug Beg - que tiene justamente enfrente – es la mas pequeña de los tres edificios de la plaza Registan. Además es famosa porque en su fachada resaltan dos leones (tigres) amarillos situados en el arco de la inmensa puerta de entrada; leones que portan unos soles con cara humana rodeados de rayos. Esto recuerda la simbología solar de Zoroastro y quizás la astronomía de Ulg Beg. Sin embargo es conocido que, en el Islam, es una herejía la representación del sol y de animales. Por esto mismo, al arquitecto que construyó esta medersa acabó condenado a muerte por herejía. Dos pequeños minaretes y una cúpula que completan el conjunto se decoran con mocárabes en las zonas exteriores.
La mezquita de Bibi – Khanoum
Cuenta la tradición que para su construcción se emplearon 95 elefantes traídos de la India, a fin de que tirasen de las carretas repletas de mármoles. Así como 200 arquitectos y 500 obreros. Tamerlán acudía diariamente a supervisar los trabajos y, en su generosidad, arrojaba algunas monedas a los “obreros” si quedaba satisfecho de la obra. La fachada es sencilla pero grande en magnitud: una inmensa puerta, franqueada por dos minaretes de 50 mtrs. de altura da paso a un enorme patio con suelos de mármol y algunos árboles; en su centro se sitúa un gran catafalco en piedra con forma de atril donde estuvo el gran viejo Corán del siglo VII. Frente a la entrada está el mausoleo de Bibi Khanoum, princesa china, probable esposa de Tamerlán.
Cuatrocientas pequeñas cúpulas, soportadas por columnas marmóreas, forman una galería de “hujras” que delinea el contorno del gran patio. El conjunto se completa con una soberbia cúpula en color turquesa, de un original diseño en múltiples gajos. Toda la decoración se hizo en mármoles, tierra cocida y mosaicos multiformes donde alternan los tonos dorados con varias gamas de azules. La sala de oración no se visita, y puedo asegurar que esta mezquita impresiona por su dimensión arquitectónica. A pesar de su valor artístico y posiblemente por su gran tamaño, los rusos la utilizaron como almacén para las cosechas del algodón y, en razón a su deterioro, comenzaron una restauración a partir de 1974.
La colina de Afrosiab
El lugar ha sido excavado casi al completo, también restaurado totalmente y reorganizado con jardines y escaleras que hacen la visita cómoda y muy agradable. Parece ser que el rey Afrosiab dio nombre a estas 200 ha., que muy bien pudieron ser el núcleo principal del reino de Sogdian, cuya capital, Maracanda fue destruida por Alejandro Magno en el siglo IV antes de Cristo. Por este lugar llegó hacia el año 676, Koussam-Ibn-Abbas, primo de Mahoma, para convertir al Islam toda la Sogdiana, que hasta entonces practicaba el Zoroastrismo, religión de origen persa.
Esta colina de la actual Samarkanda, fue el centro de estudios astronómicos de Ulug Beg, destruido tras su muerte y dejado a merced del tiempo que lo fue cubriendo de tierra a lo largo de los siglos.
En 1903 un arqueólogo ruso llamado Viatkina que llevaba años de excavaciones por la zona, descubrió las ruinas del Observatorio de Ulug Beg y su famoso Sextante. Durante años sacó a la luz lo que tantos siglos habían ido enterrando y, enamorado del lugar y de sus hallazgos, pidió descansar para siempre en esta colina.
La ciudad-mausoleo:
Siguiendo la tradición clásica, cualquier personaje importante debía construirse su mausoleo, que generalmente dejaba encargado y a veces incluso edificado en vida, solo a la espera de recibir su cuerpo mortal. En Samarkanda abundan los mausoleos, pero nos interesan tres, que están cercanos y pueden visitarse en un corto desplazamiento: Rukhabad, Ak-sarai y sobre todo el de Tamerlán:
El mausoleo GUR – EMIR
Su nombre significa “la tumba del emir” lo cual no deja de ser una redundancia con el término de mausoleo. Por el gran cariño de Tamerlán hacia su nieto, muerto en combate, renunció a ser enterrado en su ciudad natal de Chakhrisabz y decidió reposar en el nuevo mausoleo, junto con sus hijos y sus nietos, entre ellos el conocido Ulug Beg.
El conjunto de Gur Emir es elegante y armonioso por fuera, y espectacular por dentro. La existencia además de una tumba dedicada al santón Mur Said Barakah ha convertido a este mausoleo en punto de la ruta de peregrinación de los viajeros que van camino de La Meca.
El mausoleo RUKHABAD
esta cerca del Gur Emir y perteneció a la familia de Sheikh Burkhan y su esposa china Bibi-Halifa, con sus diez hijos. Fue mandado construir por Tamerlán para honrar la memoria de este “ santón “- al que llamaban Sagardji - que fue un hombre respetado por su cualidades morales. Fue edificado en 1380 en tiempos de Tamerlán y muestra una gran sencillez externa ( símbolo del ascetismo de su dueño ) con una cúpula externa que está exenta de mosaicos y colores. Existe la leyenda de que bajo esta cúpula se guarda una caja que custodia siete cabellos del profeta Mahoma. Precisamente por respeto a ellos, Tamerlán siempre se bajaba de su caballo cuando cruzaba por delante de este mausoleo.
El mausoleo AK-SARAI
está situado detrás del Gur-Emir. Data de 1470 y por fuera es clásico pero sencillo, muy escueto, sin color y con ladrillos desnudos. Esto contrasta con el interior mucho más suntuoso. Tiene una cripta octogonal en mármol y la cúpula que cubre este espacio interior presenta una cuidada ornamentación tanto en el suelo como en las paredes; también en el techo que se adorna con una cascada de estalactitas. Los relieves en oro y las bellas gamas de colores nos recuerdan a una rica alfombra persa.
La necrópolis de SHAH-I-ZINDA
A corta distancia de Afrosiab está la segunda joya de Samarkanda: Shah-i-Zinda. Una gran necrópolis y el lugar más sagrado de la ciudad, adosada a los muros más antiguos del casco antiguo. Es un conjunto impresionante, una necrópolis de mausoleos. Allí se asientan nada menos que 22 edificios funerarios de bellísimas portadas, cúpulas y adornos que se asoman a una larga escalinata en forma de calle. La mayoría son del siglo XIV y XV, y parece una apoteosis del arte de la cerámica. Es sin duda,una joya de toda el Asia Central. En lo más alto de la necrópolis se encuentra un cementerio en uso, de tumbas al aire libre.
En los países islámicos las familias consideran que el cementerio es un lugar de reunión de vivos y muertos.
En tiempos de Tamerlán, la aristocracia timúrida mantuvo la tradición de levantar mausoleos en este lugar santo. Por ello, Shah-I-Zinda tiene construcciones de diferentes épocas. La base del memorial se remonta al siglo XI y durante nueve siglos se ha seguido construyendo. Con la restauración auspiciada por la UNESCO, todo parece casi nuevo aunque los interiores de cada mausoleo muestran su antigüedad así como también los desastres del tiempo.
Visita de la Necrópolis
Nuestro recorrido comienza en el pórtico de entrada, monumental y elegante construido por Ulug Beg en 1435. Junto a él se suceden tres espacios cubiertos por cúpulas sencillas, donde se ubican una pequeña medersa, una mezquita y un lugar de descanso: el diván o “ iwan ”;
El principio básico que rige los motivos decorativos de este conjunto, es algo clásico en el arte islámico. La repetición ilimitada y simétrica de elementos geométricos y vegetales – pues representar figuras humanas ó de animales está prohibido - producen una sensación de “ horror al vacío “ con una densidad decorativa que llena todas las superficies. Abundan asimismo los elementos de epigráfica esto es, inscripciones en lengua árabe de textos del Corán.
Pasada esta primera puerta, la escalera del paraíso nos lleva a un edificio con dos cúpulas azules casi simétricas; es el mausoleo de Qazi Zadeh Rumí, el mayor de todo el conjunto. Pasada la segunda tchortak aparecen cinco mausoleos distribuidos a ambos lados. Dos pertenecen a imanes y otros dos a una sobrina y una hermana de Tamerlán. El quinto tiene una curiosa forma octogonal y es anónimo.
Una calle ancha y plana con varios cenotafios vacíos, da paso a la tercera puerta tras la cual se concentran los elementos más importantes de Shah – i – Zinda. Al lado izquierdo la mezquita y mausoleo de Touman Aka, joven esposa favorita de Tamerlán del año 1405; y enfrente, lo que para mí es lo mejor del conjunto: la mezquita de Koussam-Ibn-Abbas , el primo de Mahoma, que islamizó Samarcanda . La estancia es rectangular y tiene tres cúpulas al exterior. La siguiente habitación es la ziaratkhana ó Cámara de los Peregrinos, reconstruida en 1334 sobre basamentos del siglo XI. Y finalmente se llega algourkhana ó Cámara Mortuoria donde está ubicada la tumba de Koussam desde 1380. La cámara que es muy pequeña pero de una gran riqueza decorativa, impone respeto al visitante.
Una leyenda – profecía decía que en 1870, Koussam-ibn-Abbas, el santón decapitado, se reaparecería para echar a los rusos del país. La paradoja es que para evitar el culto en este lugar santo, los soviéticos en época de Stalin, convirtieron Cha-i-Zinda en Museo del Ateismo. La independencia de Uzbekistán ha devuelto el carácter sacro a esta calle, los fieles a sus mezquitas y las sepulturas a los peregrinos.
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Y después de tanta visita cultural, nos fuimos a tomar una cerveza, ya que Uzbekistán es un país islámico, pero se puede beber cerveza e incluso vodka, tradición heredada de los rusos.
Por la tarde, visitamos una fábrica de papel de seda, que se ha recuperado para el turismo y nos fuimos a una cata de vinos, elaborados en la región. No estaban nada mal y algunos incluso eran pasables.
Por la noche, cena y espectáculo folklórico, aunque la música no era muy apropiada. En fin, una buena guinda para ese pastel llamado Samarcanda.
+ INFO: http://www.centralasia-travel.com/sp/countries/uzbekistan/sights/samarkand_history