Este día fue muy intenso. Por la mañana, nos dirigimos al río Omo, para visitar a la etnia de los Omorate, que viven al otro lado del río. Para cruzarlo, subimos en unos barcos que eran troncos de árboles vaciados, parecían inestables porque el caudal del río era fuerte. Pero los barqueros, sólo con una vara a modo de remo y dejándose llevar por la corriente, nos pasaron al otro lado.
Después de pedir permiso al jefe de la tribu, previo pago de "entrada", fuimos a ver el poblado.
Todos los hombres estaban sentados fuera de la aldea, vigilando el ganado, que pacía tranquilamente junto al río y las mujeres y niños estaban en el poblado, realizando sus tareas cotidianas, triturando mijo, jugando, paseando, etc.
Cuando vieron a los farangi (hombres blancos, que éramos nosotros) se pusieron a "trabajar" , es decir, a pedir por hacerles fotos.
"one photo, one birr" Bueno, este verano, la tarifa eran 2 birrs.
Por la tarde, y sin parar a comer, nos fuimos a ver la etnia Karo, que viven junto al Omo, en un lugar incomparable en que el río hace un meandro.
"one photo, one birr" Bueno, este verano, la tarifa eran 2 birrs.
Por la tarde, y sin parar a comer, nos fuimos a ver la etnia Karo, que viven junto al Omo, en un lugar incomparable en que el río hace un meandro.
De nuevo, los "mendigos étnicos", pedían dinero por las fotos. Total, que vimos 2 tribus en sus hábitats ancladas en el pasado, pero actualizadas a la hora de pedir dinero. No me parece mal que reciban pasta por las fotos de los farangi, pero es que están abandonado sus modos de vida tradicionales, para recaudar, que es más fácil y no que hay que trabajar. Basta con posar y la verdad, son unos modelos fantásticos.
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