San Pedro de Atacama, al norte de Chile y a una altura de 2436 mts sobre el nível del mar, es el pueblo más antiguo del país. Fundado por Tupac Amaru en 1450, cien años más tarde los españoles que iban a la conquista del Perú, lo llamaron San Pedro de Atacama.
Con numerosos atractivos turísticos, los viajeros llegan hasta aquí para disfrutar de sus bellezas naturales.
Desde Santiago en vuelo con LAN Chile, haciendo escala en Antofagasta, llegamos a Calama tras 2 horas de vuelo. Tomamos una furgoneta que nos llevó a San Pedro. Nos alojamos en unas cabañas nuevas, que estaban bien equipadas.
Después de comer, nos apuntamos a un tour y visitamos el Valle de la Luna, paraje desértico de erosión fluvial y eólica en la cordillera de la Sal, donde abundan rocas con extrañas formas, montículos grises. Puedes recorrerlo a caballo, pero es más atractivo caminar y subir a una colina para ver la puesta de sol.
Fuimos a cenar al restaurante Adobe, con buen ambiente y sabrosa comida.
Al día siguiente, nos levantamos a la 4,30 AM para visitar los Géiseres del Tatio, uno de los espectáculos más impresionantes y sobrecogedores del viaje. A una altura de 4320 mts y una temperatura a las 6 AM, de -14º C, al amanecer se producen unas fumarolas que alcanzan los 10 mts de altura al entrar en contacto el magma volcánico con las aguas subterráneas frías formando un intenso vapor que sale por las fisuras de la tierra. El vapor alcanza una temperatura de 85º C en este campo geotérmico formado por 40 géiseres, 60 termas y 70 fumarolas.
Con numerosos atractivos turísticos, los viajeros llegan hasta aquí para disfrutar de sus bellezas naturales.
Desde Santiago en vuelo con LAN Chile, haciendo escala en Antofagasta, llegamos a Calama tras 2 horas de vuelo. Tomamos una furgoneta que nos llevó a San Pedro. Nos alojamos en unas cabañas nuevas, que estaban bien equipadas.
Después de comer, nos apuntamos a un tour y visitamos el Valle de la Luna, paraje desértico de erosión fluvial y eólica en la cordillera de la Sal, donde abundan rocas con extrañas formas, montículos grises. Puedes recorrerlo a caballo, pero es más atractivo caminar y subir a una colina para ver la puesta de sol.Fuimos a cenar al restaurante Adobe, con buen ambiente y sabrosa comida.
Al día siguiente, nos levantamos a la 4,30 AM para visitar los Géiseres del Tatio, uno de los espectáculos más impresionantes y sobrecogedores del viaje. A una altura de 4320 mts y una temperatura a las 6 AM, de -14º C, al amanecer se producen unas fumarolas que alcanzan los 10 mts de altura al entrar en contacto el magma volcánico con las aguas subterráneas frías formando un intenso vapor que sale por las fisuras de la tierra. El vapor alcanza una temperatura de 85º C en este campo geotérmico formado por 40 géiseres, 60 termas y 70 fumarolas.
En la década de los años 60 hubo un proyecto de aprovechamiento de esta energía geotérmica para producir electricidad, pero los resultados no fueron rentables y se abandonó el intento. Hoy queda intacto el campamento de los trabajadores.
Descendiendo se llega a las termas de Puritama, un río con aguas termales a 25/30º C, donde alguno de nosotros se dió un chapuzón.
Seguimos camino de vuelta a San Pedro y vamos viendo las vicuñas, guanacos y vizcachas, fauna de la región y los cardones (cactus) que sobreviven en estas planicies andinas. 
Después de comer, nos vamos a otro tour, visitando la Quebrada de Jere, el pueblo de Toconao, con bella iglesia y el Salar de Atacama, un extenso mar de sal con pequeñas lagunas salinas de colores azules, turquesas, rosadas y grises. Rica en minerales, se extraen potasio, magnesio y litio. Son el hábitat natural de numerosas aves acuáticas, como los flamencos chilenos, andinos y de James, caitíes, tagua cornuda, andina y gigante, pato juarjual y jergón chico, etc.
La puesta de sol que disfrutamos en este lugar se nos quedó grabada en la retina, y mira, que hemos visto muchas y las que nos quedan por ver.
Retorno a San Pedro, cena y a la cama. Día bien aprovechado.
Al otro día, visitamos la iglesia de San Pedro, monumento nacional, construida con adobe y techo de algarrobo y cactus, encalada y con curiosas figuras en el retablo.
Luego, fuimos al museo de Gustavo le Paige, que contiene piezas arqueológicas de gran valor.
Nos comimos un bocata y a esperar el autobús, que nos llevaría tras un viaje de 14 horas a la Argentina, atravesando los Andes por el Paso de Jama a más de 5000 mts de altura.
Y así termina, nuestro fantástico viaje por este hermoso país: Chile.
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