Su población, contando las áreas cercanas, ronda el millón de habitantes.
El centro político se estableció en el castillo de Dublín, residencia del primer señor de Irlanda, el rey Juan I de Inglaterra (conocido como Juan Sin Tierra) y fue sede del gobierno británico en Irlanda hasta 1922.
Dublín es una capital con mucha historia, que conserva sus tradiciones propias a la vez que se adapta a los nuevos tiempos. Es una ciudad abierta y cosmopolita con un ambiente estudiantil muy animado. No en vano es elegida por miles de estudiantes para aprender inglés.
Otro lugar emblemático es la Catedral de St. Patrick (de estilo gótico), patrón de Irlanda cuya celebración el 17 de marzo es conocida mundialmente.
La zona más animada para salir a tomar algo en sus pubs o ir de tiendas en el Temple Bar. Es la parte bohemia de la ciudad, un lugar donde se pueden comprar antigüedades, tomar café irlandés en sus cafeterías, degustar una Guiness.
Probablemente la industria más famosa de Dublín es la destilería: Guinness ha sido destilada en la St. James's Gate Brewery desde 1759.
The Old Jameson Distillery: El Whiskey Irlandés tiene una cita en el centro de Dublín con la historia. En pleno corazón de la ciudad podrás encontrar la antigua destilería fundada en el año 1780. Desde entonces su lema ha sido “Sine metu” algo así como “sin miedo”, texto que sigue apareciendo en sus botellas a fecha de hoy.El recorrido que ofrece la visita nos guía por todo el proceso de elaboración, terminando como no puede ser de otra manera, con la visita al bar e irrenunciable degustación. Resulta ciertamente interesante.
Dublín no es de las ciudades más bonitas de Europa. Posiblemente, incluso, sea una ciudad bastante decepcionante desde el punto de vista monumental. Pero es verdad que tiene un ritmo de vida y un ambiente que hacen que la visita merezca mucho la pena. Cada barrio tiene sus particularidades, pero también cosas que son comunes para toda la ciudad, como la gran cantidad de pubs y el ambiente que se respira en ellos.El Trinity College es, posiblemente, la universidad más famosa y con más tradición de Irlanda. Sus alumnos eran mayoritariamente protestantes en sus orígenes, pero hoy no existen distinciones de clase o religión entre sus estudiantes. Es un buen lugar para entrar y darse una vuelta por entre sus edificios, en un ambiente de paz, calma y tranquilidad. Tiene también una famosa biblioteca que alberga el códice del llamado Libro de Kells, que data del año 800 y que puede ser visitado por los turistas previo pago de una entrada. A apenas unos metros de la fachada del Trinity, al comienzo de la comercial Grafton Street, nos encontramos con la estatua de Molly Malone. Es un personaje ficticio -aunque hay quien dice que existió de verdad-, protagonista de una de las canciones más conocidas del folclore irlandés. En ella se cuenta su historia, la de una mujer que trabajaba como pescadera de día y dama de compañía de noche. Es otro de los símbolos de la ciudad.
Grafton Street es la calle comercial con más prestigio de Dublín y una de las más caras de Europa. Es muy agradable darse un paseo por ella, especialmente los fines de semana -en Dublín las tiendas abren también los sábados y los domingos- y encontrarse, además de algunas de las tiendas más caras de Dublín, espectáculos de mimos y músicos callejeros, actuaciones y muchísimo ambiente. En ella hay sobre todo tiendas de ropa y grandes almacenes de alta categoría. Grafton Street termina en el parque de St Stephen's Green, el parque más famoso de Dublín. Mucho más pequeño que Phoenix Park, pero también más céntrico y más cuidado. Ideal para pasear o sentarse un rato a contemplar el estanque o los jardines los días soleados. Al sur del parque, calles como Leeson Street o, sobre todo, Harcourt Street, muestran los mejores ejemplos de arquitectura georgiana de la ciudad. Merece la pena darse una vuelta por allí. Volviendo a la orilla sur del río, el barrio de Temple Bar es una de las principales zonas de cultura y ocio de la ciudad. Allí se combinan salas de conciertos, clubs o la filmoteca nacional con algunos de los pubs y restaurantes más tradicionales de Dublín. Por las noches, especialmente los fines de semana, se llena de gente y el ambiente de diversión y pubs no se puede comparar con casi ningún sitio en Europa.
Dublín también es conocida por grandes escritores como James Joyce, Oscar Wilde, Samuel Beckett, Bram Stoker, y Roddy Doyle. Sin duda, la ciudad en la que vivieron se refleja en sus obras y, en concreto, la obra cumbre de Joyce, Ulises, es una magnífica descripción de la ciudad y sus costumbres.
+ INFO: http://www.voyadublin.com/index.php?op=dublin http://internacional.universia.net/europa/ciudades/irlanda/dublin/ciudad.htm
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