Grenoble con más de 500.000 habitantes, es la segunda ciudad más importante de la región Ródano-Alpes, tras Lyon. Es la puerta de entrada hacia la cordillera de los Alpes, que son una importante cadena de montañas situada en Europa central. Su cota culminante es el Mont Blanc, con 4.810 metros de altitud.
Hay 82 cimas que superan los 4000 metros. Algunas muy conocidas son: Cervino (4477), Dom, Jungfrau, Agujas del Diablo, etc.
Durante todo el siglo XX y también actualmente, los Alpes se han convertido en un destino mundial de primer orden del turismo. Con el fondo paisajístico que los caracteriza, se ha construido un número importante de estaciones invernales para la práctica del esquí alpino. La práctica del alpinismo atrae cada verano a miles de practicantes. De igual manera, los amantes del senderismo y del trekking se dan cita cada verano en los Alpes en un creciente número de practicantes. Pueblos como Chamonix se convierten en el punto de partido de treks como el Tour del Mont Blanc o el Tour de las Agujas Rojas.
Personalmente, a mi me gusta mucho, el Alpe d'Huez, que es una montaña de los Alpes franceses de 1850 m de altitud. Alpe d'Huez debe gran parte de su fama a su relación con la carrera ciclista del Tour de Francia.
En 1968, Grenoble fue la sede de los Juegos Olímpico y hoy día es famosa por su industria científica puntera, por sus expresiones artísticas, como los Rugissants, un festival ineludible de músicas del mundo y el Magasin (Centro Nacional de Arte Contemporáneo).
El ambiente que tiene hoy Grenoble se lo debe a su Universidad del siglo XIV, una de las más prestigiosas del sur de Francia. Una de las zonas más animadas es la plaza Grenette, una de las primeras plazas en Europa que tuvo alumbrado eléctrico en 1899.
Otra plaza importante es la de Notre-Dame, donde se encuentra la Catedral y la plaza St-André, donde se encuentra el Palacio de Justicia y suele ser un buen lugar para tomar algo en sus terrazas.
La Bastilla (Bastille en francés) es una fortaleza del siglo XIX situada en lo alto de una montaña al otro lado del río Isère, se sube gracias a un teleférico y desde arriba las vistas son notables. Allí es conocido por "bulles" (burbujas) por la forma de sus cabinas y parte del muelle Stéphane-Jay.
Desde ahí arriba se puede ver toda la ciudad, el río Isère bordeando y toda la vegetación montañosa del entorno. Incluso si tienes suerte puedes ver el Mont Blanc (si no hay neblina).
También merece la pena visitar el Museo de Grenoble, que es de Bellas Artes y de las antigüedades. Situado en la margen izquierda del río Isère, plaza de Lavalette, es conocido tanto por sus colecciones de arte antiguo y por sus colecciones de arte moderno y contemporáneo.
+ INFO: http://serviajero.blogspot.com/2010/07/grenoble-francia.html
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