16 dic 2012

BRAGANZA, capital de Tras.os-montes.

Braganza o en portugués, Bragança es una ciudad en la región de Tras-os-montes, sobre las faldas de la sierra de Montesinho, en la altiplanicie de noroeste de Portugal. A  unos 30 km de la frontera española, es una ciudad con muchos estudiantes y que rezuma un sabor medieval. La ciudad portuguesa de Braganza

Hay que visitar:

  • Praça da Sé . En el centro de esta plaza se levanta un crucero que fue construido hace más de trescientos años. Frente a esta, se encuentra la Iglesia de la Catedral. Su fachada es simple pero posee un portal renacentista de influencia barroca. En su interior, un retablo de una entalladura dorada y un arco triunfal.
  • El Castelo de Bragança, situado en el mismo Centro Histórico de Braganza forma parte de un conjunto amurallado que consta de quince torres y tres puertas.imageimage

Y por último destacar las calles estrechas que salen de la Plaza de Armas (más conocida como Ciudadela), en las que se pueden descubrir cómo eran las típicas casas medievales.image

  • El Domus municipalis, construcción de plano irregular, achaparrada, sorprendente por su originalidad. Es un monumento único del románico peninsular.image

    Consta de una cisterna y una sala superior que debió ser zona de reuniones del concejo local. Se dice que éste es el ayuntamiento más antiguo de Portugal.

    La bella sala está caracterizada por la sucesión de pequeñas ventanas que le dan cierta luminosidad y a lo largo de la pared lleva corrida una bancada de piedra que habría de servir para las reuniones de los “homens-bons” medievales.

  • La iglesia de Sta. María, al lado del castillo, en la parte más elevada de la ciudadela, cuya torre, sencilla, blanca y humilde, destaca en el paisaje de la zona.
  • San Vicente de Braganza

En el casco de la ciudad baja está la iglesia de San Vicente, de origen románico, que se detecta en el ábside, pero reconstruida en el siglo XVIII.

Lo más interesante de esta iglesia no es su recargado presbiterio barroco ni su bóveda, sino la leyenda que se cuenta.

Inés de Castro era una dama castellana que acompañó a la infanta Constanza de Castilla, cuando ésta viajó a Portugal para casarse con don Pedro, hijo del rey Alfonso IV. Los amores tormentosos entre Inés y don Pedro han llenado páginas de historia y literatura. Alfonso IV ordenó el asesinato de la joven y su hijo se sublevó sin éxito.

Cuando heredó el trono vistió el cadáver de Inés de ropajes reales y le puso la corona, obligando a la nobleza a prestarte homenaje, antes de enterrarla de nuevo en un monasterio.

La tradición dice que don Pedro e Inés de Castro se casaron en esta iglesia de Braganza.

Muy próximo a Bragança se encuentra el Parque Natural de Montesinho. que es una de las áreas protegidas más grandes de Portugal, al reunir un conjunto de ecosistemas y paisajes humanizados de interés nacional,  visible para la integración armoniosa de la actividad humana y la naturaleza. Tiene una superficie de cerca de 75.000 ha que, con cerca de 8.500 habitantes repartidos en 89 aldeas en los distritos de Braganza y Vinhais. Está situado en el centro de la Tierra Fría Transmontana, la integración de dos hermosas montañas - el Montesinho y la Corona.

Otra buena razón para visitar Bragança.

+ INFO: http://www.turismo-braganca.com/es/ciudad/guiaciudad

 

 

 

 

 

15 dic 2012

GUIMARAES, la cuna de Portugal.

Conocida como La Cuna de Portugal, Guimaraes es algo más que un reducto de historia que hunde sus raíces en la Edad Media, cuando Alfonso Enríquez fue proclamado en 1139 rey del país luso. Aún conserva el Castelo, que se asienta sobre la roca madre de la colina que domina el caserío, y la iglesia románica de San Miguel, del siglo XII, a sus pies.

Pero Guimaraes es hoy una cómoda ciudad de provincias, de poco más de 20.000 habitantes, que ha sabido conjugar los vestigios medievales con unas bellas avenidas de carácter barroco y algunos barrios residenciales amables y tranquilos, como casi todo en Portugal.

Guimaraes, es una bella ciudad, del distrito de Braga, a orilla del rio Ave. s una pequeña urbe, apenas 22.000 habitantes, aparentemente sencilla, pero que esconde el sabor de la historia, no en vano guarda en sus piedras el mismo origen de Portugal.

Es, desde el 2001, Patrimonio Mundial de la UNESCO.

Precisamente por su ubicación geográfica, y por su circunstancia histórica, la ciudad acumula arte y belleza en un entorno privilegiado, de campiña amable, todavía atemperada por el mar, pero con el olor fresco de la montaña.P1000931

El origen de la ciudad portuguesa de Guimaraes es leonés, a través de la condesa Muñadona, que fundó una torre para proteger un monasterio y el caserío adyacente.

Alfonso VI, el rey de Castilla y de León que hubo de jurar frente al Cid Campeador, legó el condado luso a su yerno, y a partir de ese momento se gestó una saga que daría lugar al Reino de Portugal.

Entre el fin del siglo XI y el inicio del XII se fraguó desde aquí la transformación del condado de Portucale en reino. P1000932

A la ciudad se llega bien desde Braga (su capital de distrito), y con un poco más de esfuerzo desde Porto. Son las dos ciudades más próximas. Una vez en ella, conviene buscar un aparcamiento cerca del casco histórico, pero respetando el aire peatonal de las calles empedradas.

La ciudad de Guimaraes, patrimonio de la UNESCO, es activa pero suficientemente tranquila como para permitir un agradable recorrido al viajero. En Guimarães, como en tantos otros sitios, la evolución de la historia se puede ver a través de las curvas de nivel. En el punto más alto y más antiguo es el Castillo; un poco más abajo, está el barrio medieval, y en la vega la ciudad moderna, los edificios presuntuosos, los ensanches.

  • El Castillo

Domina la ciudad y da porte al perfil urbano de Guimaraes. La torre del homenaje, del siglo X, con 28 metros de altura, destaca sobre una fortaleza que conserva los bastiones del siglo XV.P1000941

Siete torres cuadradas, construidas sobre la roca, arropan a la torre del Homenaje. Aunque el conjunto es híbrido, el resultado es homogéneo, porque las torres cuadradas y las almenas devuelven una imagen tradicional de castillo de libro.

Lo que más sorprende, sin embargo, es el recorrido por el patio, asentado sobre un roquedo que aflora en lugar del pavimento, y que proporciona una sensación de fortaleza por antonomasia.

Al pie del castillo se yergue la iglesia de San Miguel , románica del siglo XII que habla del tamaño reducido de la población en aquellos momentos de la Edad Media. Tiene la pila bautismal en la que recibió las aguas Alfonso Enríquez, quien cimentaría el reino portugués.

 

  • El Palacio de los Duques de Braganza

    Aunque fortificado, el palacio enseña los tejados apuntados y las altas chimeneas – un total de 39- que recuerdan los castillos franceses. En sus mejores momentos fue una de las residencias más nobles de la Península Ibérica. Ha sido restaurada en 1933. P1000945

    En su interior, lo mejor son los techos y los tapices. También tiene interesante amueblamiento.

  • Centro histórico

   Se  pueden  ver   la iglesia de San Dámaso (del siglo XVII), el Convento de Santa Clara (del XVI), los Pazos municipales, el Salado (que conmemora la batalla del mismo nombre de 1340) o la iglesia de Nuestra Señora de Oliveira, del siglo XIV. Todos ellos son edificios solemnes, hermosos, a veces reconstruidos por el tiempo y convertidos en venerables ruinas. Pero el conjunto arquitectónico permanece agradable.

  • Los templos de Guimaraes

 

           Nuestra Sra. de Oliveira nació   como monasterio fundado por la condesa Muñadona. Pero en el siglo XIV, el rey Juan I reedificó el templo en cumplimiento de una promesa a la Virgen, tras la batalla de Aljubarrota, frente a las tropas de Castilla. La dirección del proyecto correspondió a Juan García de Toledo.

    Hay obras posteriores,. Del XVII y XVIII. La poderosa torre cuadrada, de tres niveles, es del siglo XVI. La iglesia -de tres naves- tiene un altar es barroco, en el que se alberga una imagen de la patrona de la ciudad.

    Frente a la iglesia de la Oliveira se halla un edículo gótico denominado Padrao do Salado. Se trata de un airoso monumento erigido en el siglo XIV para conmemorar la victoria en la batalla del Salado, una de las grandes luchas del siglo XIV, en las que los soldados de las coronas de Portugal, Castilla y Aragón, destrozaron a los benimerines, que controlaban la España musulmana. El crucero existente debajo es de la misma época; una donación de un comer ciante local.

     

    Otra de las iglesias mejores de la urbe es la de San Francisco. Conserva su cabecera gótica, pero como en numerosos templos, se perciben las remodelaciones barrocas.

    Lo mejor del templo de San Francisco es su monumentalidad interior, los magníficos retablos barrocos, los profusos adornos rococós que le otorgan un sello de riqueza y poder. Hasta los bellos azulejos combinan en ese despliegue barroquizante que atrapa al visitante.

    La iglesia más airosa es la de San Gualter, barroca, del siglo XVIII, obra de André Soares, con una fachada abombada que parece acercarse al espectador. Las airosas torres laterales son del siglo XIX y encajan perfectamente con el conjunto, al igual que la bella escalinata de acceso.

    Dentro del templo, un retablo de inspiración clásica y coloristas vidrieras representando la Pasión de Cristo.

    Entre los edificios religiosos cabe citar al convento de Santa Marina, que se asoma sobre una ladera montuosa en las afueras de la ciudad con su poderosa fachada barroca, actualmente reconvertido en centro hotelero (Pousada). En el interior se conservan destacados elementos barrocos.

    Otro templo, más atractivo por su ubicación que por el arte, es el de la montaña de la Peña, en un bello enclave paisajístico que domina el entorno urbano, y al que se puede acceder por un teleférico que recorre 1,7 kilómetros para alcanzar la cima de la montaña.

  • Los Palacios municipales

  Hay en la ciudad de Guimaraes (Portugal) dos palacios, "pazos", municipales o del Concejo.

    En la plaza de la Oliveira, cerca de la colegiata, se encuentra una bella edificación, el antiguo Palacio del Concejo, que se alza sobre soportales. Es del siglo XVI P1000951

    El palacio actual del Concejo de Guimaraes es un antiguo convento, uno de los más ricos del norte de la ciudad, dedicado a Santa Clara.

    Este convento fue instituido en el siglo XVI, por un canónigo de Guimaraes, y el edifico actual tiene una buena fachada barroca, presidida por la estatua de Santa Clara. Las viejas pertenencias artísticas se trasladaron al museo Alberto Sampaio.

    La ciudad histórica de Guimarães está asociada a la formación de la identidad nacional portuguesa del siglo XII. P1000929

        Ejemplo extremadamente bien preservado y auténtico de la transformación de una ciudad medieval en ciudad moderna, se ha conservado una importante topología de construcciones que son testimonio de una evolución específica portuguesa, del siglo XV al siglo XIX, continuando con el empleo de materiales y técnicas de construcción tradicionales. Lo mejor de la ciudad es pasear por sus plazas y calles, comer en sus restaurantes, tomar un “jesuita” dulce típico de la ciudad e incluso escuchar un fado en la “Taberna do Fado”. en la Rua D.Joao I, 132.

    + INFO: http://www.ocholeguas.com/2012/03/29/europa/1333019563.html

12 dic 2012

NORTE DE PORTUGAL, cuna de la nación.

La Región Norte (en portugués, Região Norte) es una región portuguesa, que limita al norte y al este con España, al sur con la Región Centro y a oeste con el Océano Atlántico. Región Norte

Área: 21 278 km² (un 24% del Portugal Continental).

Población (2007): 4 196 354 (un 37% del Portugal Continental).

En la actualidad es la región de Portugal más poblada. Antiguamente formó una de las provincias de Gallaecia y el Reino de Galicia.

El norte de Portugal es la región más fértil y donde está el origen de la nación portuguesa,  entre Galicia y el Vale do Douro portugués, al sur.

Constituyendo el extremo noroeste del país, la Regiao do Minho, tiene paisajes de un verde exuberante, y toma su nombre a partir del río que siempre marcó la frontera norte.

Zona de montañas y declives acentuados, cubierta de frondosa vegetación, ríos y parques naturales. Con el granito de sus montañas se erigirían los muchos monumentos, de fe y de historia de la región. De fe, en las sobrias ermitas románicas y templos barrocos; de historia, en los castillos - el de Guimarães fue cuna del fundador - o en los incontables pazos y casas blasonadas, donde se recibe al visitante con la más aristocrática hospitalidad.
También da carácter a esta región la gran vía fluvial que la recorre, el escénico  rio Douro, cuya cuenca vinatera es patrimonio mundial.

¿Sabe lo que significa la palabra "Douro" (Duero)? - Para entenderlo debe saber que el río tiene nombre "de oro", ya que en los bancales escalonados de sus cuestas se produce el soleado vino de Oporto, de fama mundial y también por el tono dorado que envuelve la ciudad en la que desemboca: Porto, de donde sale este vino a la conquista del mundo.

O quizás ese tono provenga de la talla dorada de las múltiples iglesias barrocas.
La verdad es que esta antigua ciudad dio nombre al vino de Porto y dio nombre a Portugal (Portus Cale).

Mucho de su patrimonio se debe a singladuras y trueques comerciales, así como a su bullicio burgués y apasionado, que pone sentimiento en todo. En mi viaje por el norte de Portugal, visité:

  • Braga, es una antigua ciudad de orígenes prerromanos, y que cuenta con más de 30 iglesias. En las afueras de la ciudad se encuentra el santuario del Bom Jesús do Monte, un importante local de culto y de peregrinación.

  • Más al sur, se encuentra Guimarães, la indiscutible cuna de Portugal, pues fue el lugar elegido por Afonso Henriques para ser la primera capital del reino, cuando se autoproclamo rey de Portugal.
  • Entre Braga y la Costa Atlántica se encuentra Barcelos, el centro de la actividad cerámica del país. Con una famosa leyenda y el símbolo que durante muchos años identificó Portugal, el gallo de Barcelos, el mercado que se realiza todas los martes es su mayor atracción tanto para los vecinos, como para los turistas.

Región Norte de Portugal

  • Más para norte se sitúa la atractiva villa ribereña de Ponte da Lima, con su ya famosísimo puente romano. La ciudad costera, Viana do Castelo, es también muy interesante con sus calles y monumentos históricos.
  • La región más al nordeste del país, Tras-os-Montes, revela un paisaje salvaje de montes limpios y aldeas de piedra adormecidas. Su capital, Bragança, es una ciudadela amurallada, en lo alto de una colina aislada. El Parque Natural de Montesinho, en los alrededores, es una extensa reserva natural, con cerca de 70 mil hectáreas de paisaje protegido.
  • Desde esta región, puede alcanzar el Vale do Douro  y llegar hasta Porto, la capital del norte de Portugal.

El viaje por la región de Porto es una de las más agradables experiencias de viaje por el sur de Europa, pasando por innúmeras y famosas viñas por el camino.

Este año de 2012, la ciudad de Guimaraes ha sido la Capital Europea de la Cultura y la ciudad de Braga, la Capital Europea de la Juventud.

Otro buen motivo para viajar por el norte de Portugal.

+ INFO: http://www.visitportugal.com/NR/exeres/2C117ED5-50D3-4FD3-85DB-65849C611CF9,frameless.htm

 


 

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