El palacio se ha conservado hasta nuestros días, tal cómo era, y al entrar por la puerta de Bronce, junto al puerto, se conocen los sótanos del palacio. En los pisos superiores, se hallan las habitaciones del Emperador. El templo dedicado a Júpiter, hoy es una catedral católica.
Plazas y calles llenas de cafés y tiendas, con estatuas romanas, pinturas y columnas, que son peatonales ( ¡sin coches!), hacen un lugar ideal para pasear y disfrutar de esta bella ciudad, que fue declarada patrimonio de la humanidad en 1979.
La ciudad fue creciendo alrededor del palacio, con palacios venecianos, casas románicas y góticas, que llegan a la Plaza, donde está el ayuntamiento y varios museos.
Hay un barrio judío con un bello cementerio, donde se disfruta de una panorámica de la costa dálmata y las islas cercanas a Split.
La gastronomía es típica de la zona, como las sardinas asadas y los scampi , calamares. Un buen restaurante es Re di Mare.
Más información en: http://www.elmundo.es/viajes/2001/VI02/VI02-pag20.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Split
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