Shirāz es una ciudad al suroeste de Irán, capital de la provincia de Fars. Se halla a 1.486 m sobre el nivel del mar, al pie de los Montes Zagros, con una población de 1.500.000. Fue capital de Persia durante la Dinastía Zand, entre 1750 y 1794. Se la conoce como la ciudad de la poesía y las rosas.
En 1766 Karim Khan hizo de Shiraz su capital, impuso medidas económicas que redujeron la pobreza, fomentó el comercio, e incrementó beneficios sociales. Amuralló la ciudad con un muro de 7,5 m de altura hecho de ladrillos sobre una cimentación de piedra, rodeado por una fosa de 18 m de ancho por 6 de profundidad. Reconstruyó séis puertas, las cuales desembocaban en plazas con jardines. Desarrolló obra pública como el canal para inundaciones del río Khoshk , un bazar techado; una mezquita, dos baños públicos. También restauró las tumbas de Hafez y Saadí, afamados poetas de la ciudad.
Volamos desde Teherán a Shiraz con Iran Air en poco más de un hora. Al llegar, por la noche visitamos la tumba de Saadi, que es uno de los principales poetas persas del período medieval, reconocido no sólo por la calidad de su escritura, sino por la profundidad de su sensibilidad social.
Sus obras más conocidas son Bostan (El jardín de las frutas) (1257), y Gulistán (El jardín de las rosas) (1258). Bostan está escrito enteramente en verso, de rima épica y consiste en historias ilustrando apropiadamente las virtudes recomendadas a los musulmanes (justicia, liberalidad, modestia, satisfacción).
Gulistán está mayormente escrito en prosa y contiene historias y anécdotas personales. Saadi demostró una profunda conciencia sobre el absurdo de la existencia humana, al hablar, por ejemplo, del destino de aquellos que dependían del humor cambiante de los reyes en contraste con la libertad de los derviches.
A continuación, nos fuimos al mausoleo de Hafez, un templete de alabastro, muy visitado por la gente, que siente una gran admiración por este poeta. Sus poemas líricos, conocidos como ghazales, son elogiados por su belleza y en ellos se subliman el amor y el goce por los placeres mundanos pero al mismo tiempo desarrollan un sentido místico propio de los primeros sufíes persas que criticaban la hipocresía de los líderes religiosos musulmanes.
Al día siguiente, visitamos la ciudadela de Karim Khan, con la torre inclinada.
El hamman o casa de baños Valkil, antes restaurante y hoy día, museo con pequeñas tiendas de artesanos en su interior.
El bazar cubierto de Valkil, con tiendas de alfombras y todo tipo de artesanías, tiene en su interior un caravasar y mezquitas.
Fuimos a una madrassa, escuela coránica, para ver la puesta de sol, pero la terraza estaba en obras y no pudo ser. A cambio nos hicimos fotos con el mullah (profesor del Corán).
Callejeamos por el bazar, probamos el helado de pistacho y compramos el librito de El Principito en farsi (persa).
La “joya de la corona” de Shiraz es la mezquita de Nassir ol Molk, una de las mezquitas más elegantes de Irán, con azulejos de colores, construida a finales del s. XIX.
Por la noche, otra experiencia, sobretodo para las mujeres, que tenían que vestir de riguroso chador, nos fuimos al mausoleo Boghe-yé Shah-é Cheragh, que guarda los restos de Sayyed Mir Ahmad, el hermano del imam Reza, el centro de peregrinación más importante de Shiraz. El recinto cuenta con un patio enorme donde se congrega la gente. Desde el patio se entra al recinto donde se veneran los restos del mártir. En definitiva un lugar con un impresionante fervor religioso para los musulmanes.
+ INFO: http://landofaryan.atspace.com/shiraz.htm
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