Islandia, el más occidental de los países europeos, es una extensa isla de escasa vegetación donde conviven volcanes, glaciares y géiseres en una naturaleza sorprendente. Con 100.000 km2 y 300.000 habitantes, a medio camino entre Europa y Norteamérica, con un clima suave, naturaleza variada, en verano no se pone el sol y en invierno se pueden contemplar auroras boreales.
Situada donde las aguas cálidas de la corriente del Golfo, que vienen del sur, se encuentran con las gélidas aguas del Ártico, Islandia se asienta sobre la cordillera central del Atlántico, en el punto donde se juntan los bordes de las placas tectónicas de América del Norte y Europa. El lento proceso de separación de ambas placas es lo que provoca la actividad volcánica de la isla y su continuo proceso de formación. En Islandia se registran erupciones cada cinco años, como media. La última fue la del volcán situado bajo el glaciar Eyjafjallajokull, en el sur de Islandia, en 2010, que generó una nube de polvo que impedía los vuelos de los aviones.
Bajo los glaciares y la lava arde un intenso fuego que calienta el agua y los géiseres. Los islandeses han sabido utilizar esta energía térmica para calentar sus casas, generar electricidad y templar las aguas de las numerosas piscinas al aire libre que salpican la geografía de la isla.
El pico más alto del país es el Hvannadalshnúkur, de 2.119 metros. Los glaciares cubren la novena parte de la superficie de Islandia. Vatnajökull, con sus 8.400 kilómetros cuadrados, es el glaciar más extenso de Europa, asentado además sobre varios volcanes.
Islandia fue colonizada por vikingos y celtas procedentes de la costa occidental de Noruega en el siglo IX. En 930, en la ciudad de Ingvellir, los primeros colonizadores fundaron el Althing, la asamblea legislativa más antigua del mundo y uno de los motivos actuales de orgullo para el pueblo islandés.
Los colonizadores nórdicos trajeron a Islandia caballos, ganado y esclavos celtas, lo que puede explicar la abundancia de personas pelirrojas en la isla. La pesca y el turismo son los dos pilares de la economía islandesa. El monocultivo del bacalao sigue siendo la gran apuesta económica de Islandia y la que le permite importar una amplísima serie de productos y alimentos que no se pueden fabricar o recolectar en la isla. En 2008, el sistema financiero islandés sufrió un colapso, causando una fuerte contracción económica y manifestaciones que llevaron a adelantar las elecciones parlamentarias, en las que Jóhanna Sigurðardóttir ganó el puesto de primera ministra. Paralelamente cobró importancia la conocida como Revolución Islandesa, una serie de protestas y movimientos de organización ciudadana que, en conjunto con el nuevo gobierno, resultó en el encausamiento del anterior gobernante durante la crisis, dos referéndums para decidir sobre el pago de la deuda externa de los bancos nacionales y un proceso ciudadano que desembocase en cambios constitucionales que culminó en un borrador constitucional el 29 de julio de 2011 a debatirse en el Parlamento. Poco a poco se están recuperando económicamente.
Conservan sus costumbres y tradiciones. Las sagas nórdicas, que describen la vida, las costumbres y las creencias en la época vikinga, fueron escritas por islandeses. Las leyendas tradicionales islandesas, por su parte, hablan de los huldufolk (o gente escondida), pequeños seres mitológicos que viven en las rocas y los bosques: elfos, gnomos, trolls y duendes. Su existencia está tan asumida en su cultura que todavía hoy se siguen alterando planes de construcción de carreteras para respetar sus pequeños hogares.
La ciudad de Hafnarfjörur, cerca de la capital, ha montado un festival vikingo anual que se celebra en los meses de junio y julio, al que asiste un importante número de participantes internacionales, con exhibiciones de artes y oficios antiguos y combates armados.
Una Carretera Nacional Circular, (Ring Road) que totaliza 1.340 kilómetros, bordea la mayor parte del litoral. Vale la pena recorrerla en coche, aunque es preciso saber de antemano que las carreteras son de doble sentido, por lo que hay que tener mucha precaución. Las velocidades máximas permitidas son de 50 km/h en las áreas urbanas y 70 km/h en las carreteras. En gastronomia, cordero ahumado, pescado seco, salmón ahumado y una muy variada gama de productos marinos (salmón y bacalao, sobre todo). Entre los manjares nacionales está el popular «skyr», una especie de yogur. Como bebida local destaca el aguardiente «brennivín».
Es digno de visita, Reikiavik, la capital, el Círculo de Oro, al sur, Ingvellir, las llanuras Geyser, el volcán Hekla, los Fiordos del Oeste, los parques naturales de Jökulsárgljúfur y Hornbjarg, Akureyri, el Lago Azul, etc.
Islandia, como reza su eslógan turístico, es un país que vive en armonía con la naturaleza, que se conserva en estado puro.
En agosto de 2014, realicé la Gran Vuelta a Islandia, recorriendo de forma circular toda la isla por la carretera nº 1 y aquí desgranaré los lugares que visité.
+ INFO:
http://www.ocholeguas.com/2008/09/04/europa/1220524334.html
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