Y después de visitar el PN Yala nos vamos a… la playa. Al sur de Sri Lanka hay muy buenas playas para surfear, hacer esnórquel y bañarse, claro. Pasando Matara, llegamos a Mirissa y nos alojamos en el Paradise Hotel.
El Paradise Beach Club es un hotel de Mirissa, una de las más bellas playas de Sri Lanka (y del mundo!) Es un lugar donde no hay tanto turismo, si lo comparas con otros destinos más populares, y puedes tener este paraíso para ti y un puñadito de otras personas. Playa dorada, cocoteros, y el hotel Paradise que está en la parte este de la playa. Es un hotel con piscina, que se llena más que todo de noviembre a abril, la temporada alta para ir a surfear. No es un hotel muy grande, pero es cómodo y en poco tiempo conoces a todo el mundo. Hay aire climatizado en los cuartos, y también agua caliente, cosa que las pensiones no suelen tener, o un calentador muy básico. Las cabañas dan sobre el mar.
La zona de playa menos transitada, nos da la posibilidad de ver de cerca la vida de los pescadores de Mirissa y su día a día.
Decenas de barcas muy estrechas , se amontonan en la orilla formando un dibujo precioso, esperando a ser introducidas en el mar otra jornada , para pescar el marisco, que luego degustan entre otros, los turistas.
(foto de Claudia)
En la parte interior del pueblo, mas rural , es la zona ideal para ver las casas de los vecinos, la escuela principal, el templo, las tiendas etc... que nos permitirán acercarnos mas a los cingaleses del lugar.
Weligama y los pescadores de estaca:
Con varios kilómetros de costa bañada, por aguas cálidas y cristalinas , la bahía de Weligama atrae a viajeros , en busca de contemplar a los pescadores típicos de la región y de su manera tan curiosa de pescar.
Disfrutar de ver a estos cingaleses realizando su oficio de una manera tan diferente y curiosa, se ha convertido en algo obligado para todos los que visiten Sri Lanka.
Estos pescadores, desempeñan su trabajo, sobre unos postes de madera, que están clavados en el mar.
Estos postes tienen un par de maderas finas atravesadas horizontalmente que sirven para que el pescador pueda sentarse y descansar después de largas horas trabajando.
Es un lugar muy incomodo y una tarea durísima, pero que trae buenos resultados, pues por lo que parece , se pesca bastante. Los puestos de estaca se heredan de padres a hijos, así que están bastante cotizados.
Al estar los pescadores encima de la estaca hace que los peces no se percaten de su presencia y la posibilidad de bancos de peces es mayor.
El botín , suele ser suculento y poco después podemos comprarlo en los pequeños puestos junto a la playa o en la carretera.
+ INFO: http://viajeandofacil.com/mirissa-la-sonrisa-de-sri-lanka/
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