Por la mañana, tras el desayuno iniciamos una caminata por la zona alta del Gran Cañón, disfrutando de hermosas vistas y precipicios de 1000 mts. La montaña más alta de Omán, Jebel Shams (montaña del sol), que alcanza los 3075, encierra espectaculares formaciones geológicas como el Wadi Ghul, que le han ganado el sobrenombre de "el Gran Cañón de la península Arábica".
No se halla muy lejos de las ruinas de Bat, y además de gozar de un clima menos tórrido que el del desierto, su accidentada orografía ofrece dramáticas vistas, en las que los tonos rosáceos de su esculpida geología contrastan con ocasionales tonos de verdor, salpicando el paisaje gracias a un eventual riachuelo. Descendemos hasta Wadi Ghul para hacer una incursión en los todoterrenos por el interior del Gran Cañón.
Las soberbias paredes se van haciendo más verticales y el cañón más profundo y estrecho. Estas murallas eventualmente remojan sus pies en calmadas aguas, riachuelos que con paciencia milenaria las han venido labrando. A lo lejos asoman, impertérritas, conformaciones rocosas caprichosamente esculpidas por vientos y terremotos.
Bat, ubicada en el desierto de Omán, es una de las necrópolis más antiguas del mundo, pues data de hace más de 5000 años, durante la Edad de Bronce. La UNESCO ha declarado este conjunto protohistórico como Patrimonio de la Humanidad, porque constituye "el conjunto de asentamientos humanos y necrópolis del tercer milenio antes de nuestra era más completo del mundo ". Pero Bat es también una ocasión para reflexionar sobre el rol del paisaje en la conexión con el ultra mundo, y la forma cómo la incipiente arquitectura permitió convertir estas áridas tierras en una zona sagrada.
Las tumbas, descubiertas en 1976 por arqueólogos daneses, se ubican en la desértica región de Dhahirah en Omán. La necrópolis corresponde a la cultura protohistórica Umm an-Nar, desarrollada en el tercer milenio a.C. que se extendió en lo que es actualmente los Emiratos Árabes y el norte de Omán. Esta cultura solía comerciar cobre con los Sumerios en Mesopotamia.
Las tumbas más importantes son las llamadas colmena, construidas con piedras locales. Sus plantas son circulares y se apilan en forma de un cono truncado. Están compuestas por una doble pared. Hay también otras tumbas que parecen haber sido comunales, guardando los restos de hasta 200 personas.
Después de comer, visitamos por fuera el Fuerte de Bahla, que es una de las cuatro fortalezas a los pies de Djebel Akhdar, está ubicado en el oasis de Bahla. Fue inscrita en el Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1987.
Fue construido por la comunidad de Banu Nabhan quienes dominaron la región desde el siglo XII a finales del siglo XV. El edificio es de ladrillo, con un basamento de piedra.
Visitamos el castillo de Jabreen, (a mi juicio, el mejor): Construido en 1670 para servir de segunda residencia al imam Bil' arab bin Sultan, el castillo de Jabrin es uno de los estandartes del Sultanato, famoso por sus techos pintados, sus paredes decoradas con arabescos, sus celosías de estuco o madera, etc.: ¡Un buen ejemplo de arquitectura de Omán!. El conjunto se restauró de 1979 a 1983.
Una escalera en el fondo del vestíbulo, a la izqda., conduce al primer piso y a varias salas de recepción y biblioteca. Tómate el tiempo de observar los techos grabados o pintados que hacen famosa la reputación de Jabrin y fueron restauradas con maestría: arabescos, motivos decorativos, versículos del Corán, poemas. Algunos escalones suben al cuarto de baño de mujeres, mientras que otras dan a la tumba del imam. Otra curiosidad: la sala de los caballos, que era dedicada al animal personal del dueño del lugar. Una particularidad que dice mucho de la adoración de los Omaníes (y las poblaciones masculinas árabes en general) para los équidos.
+ INFO: http://mttj-viajesyexperiencias.blogspot.com.es/2014/08/las-fortalezas-de-oman.html
http://www.dondeviajar.es/destacados/un-viaje-por-la-mistica-oman-rutas-y-ruinas-en-el-desierto.html
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