El 80% del territorio de Omán es desierto, pero la zona que más llama la atención es Ramlat Al Wahaybah (Wahiba Sands), una peculiar extensión de dunas orientadas de norte a sur, como se aprecia perfectamente en las fotografías de satélite. Su nombre proviene de la principal tribu de beduinos que frecuenta la zona, y cobró renombre en 1986, cuando una expedición de la Royal Geographic Society, en colaboración con el gobierno omaní, se dedicó a catalogar la fauna y flora de la zona, que resultó ser de una biodiversidad notable y muy diferente a la de otras grandes zonas desérticas de los alrededores. 200 especies de aves y 16000 de invertebrados, parecen darse cita por los alrededores.
Después del desayuno, iniciamos la travesía del desierto, viendo las dunas e incluso algunos conductores de todoterreno haciendo “gracias” de carreras, subida y bajada de dunas de forma arriesgada. También, nos tocó a nosotros, pues un coche se quedo atrapado en la arena y tuvimos que sacarlo a empujones. Para visitar el desierto la conducción sobre la arena requiere de habilidad y de utensilios para el desenterramiento y cuerda de remolque larga en caso que uno se meta de lleno. Los conductores omaníes de 4x4 son expertos en conducir por el desierto.
En medio de la travesía, paramos en una choza de beduinos, donde venden gasolina y artesanía.
Llegamos a la costa del océano Índico, cruzando pequeñas aldeas de pescadores a lo largo de una costa apenas alterada por el hombre. Parada para comer en ruta y hasta la ciudad de Sur, llegando al atardecer.
Por la noche, fuimos a la Reserva de Ras el Hadd para ver el desove de las tortugas verdes. Las playas de Ras Al Hadd proporcionan zonas de anidación para un número estimado de 20 mil tortugas cada año que migran desde tan lejos como el Mar Rojo y la costa este de África. Las tortugas se puede ver prácticamente todo el año, La tortuga de mar verde (Chelonia mydas), también conocida como la tortuga verde, es una gran tortuga marina de la familia Chelonia .
Por la noche, llevando sus huevos en sus espaldas estas tortugas se arrastran fuera del agua de la playa. Vigorosamente y con gran dificultad, cavan un hoyo en la arena usando la punta de sus patas a fin de enterrar sus huevos y luego volver a la mar. Después de aproximadamente 55 días, los huevos eclosionan y tortuguitas salen para iniciar el viaje más peligroso de sus vidas, tratando de evitar zorros hambrientos, cangrejos y aves y empujando su camino hacia el mar, donde pueden encontrar seguridad en las aguas. Ver por la noche el desove de las tortugas de mar, es una de las actividades turísticas más populares, sobre todo en la Reserva Hadd.
Tuvimos suerte y pudimos ver una tortuga desovando y otra volviendo al mar.
Fue una jornada completa: Desierto y Desove de tortugas.
+ INFO: http://mttj-viajesyexperiencias.blogspot.com.es/2014/02/ramlat-al-wahiba-nuestra-experiencia-en.html
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