Datos Prácticos:
Nombre oficial: República francesa
Superficie: 551.000 km²
Población: 60,4 millones hab.
Capital: París (2,15 millones hab.)
Nacionalidades y etnias: 92% franceses, 3% norteafricanos, 2% alemanes, 1% bretones y 2% otros (especialmente provenzales, catalanes y vascos)
Idioma: francés (también: flamenco, alsaciano, bretón, vasco, catalán, provenzal y corso)
Religión: 90% católicos, 2% protestantes, 1% musulmanes, 1% judíos y 6% no pertenecientes a una religión determinada
Régimen político: democracia
Presidente: Nicolas Zarkozy
PIB: 1,6 trillones de dólares
PIB per cápita: 27.600 dólares
Crecimiento anual: 4%
Inflación: 2,1%
Principales recursos económicos: refinería, acero, cemento, aluminio, productos agrícolas y comestibles, artículos de lujo, industria automovilística y energía
Principales socios comerciales: UE y Estados Unidos
Miembro de la UE: sí
Zona euro: sí
El territorio de la Francia continental se encuentra en la zona occidental europea y limita con seis países: Bélgica y Luxemburgo al norte, Alemania y Suiza al este, Italia al sudeste y España al sudoeste. Sus costas están bañadas por el canal de La Mancha al norte, el mar Mediterráneo al sur y el océano Atlántico al oeste.
Uno de los elementos más destacables de la orografía francesa son sus cadenas montañosas, entre las que destacan los Alpes- con el Mont Blanc (4.870 metros), la cumbre más alta de Europa- y los Pirineos, que forman frontera natural con España.
Francia estuvo poblada desde los tiempos más remotos. Los primeros pueblos propiamente dichos de los que se tiene constancia fueron los ligures, armoricanos y celtas, que fueron, finalmente, vencidos por los galos. Por los galos se llamó Galia al territorio que comprendía la actual Francia. Los romanos conquistaron la Galia en la década de los 50 a. C. bajo el mando de Julio César. Los parisii, los primeros habitantes de París, fueron vencidos en el año 55 a. C.
Tras la romanización, hicieron acto de presencia los francos, que fueron quienes realmente crearon el concepto de unidad territorial y dieron el nombre al país. Con la derrota de los árabes en Poitiers (732), pusieron freno a la expansión musulmana por Europa.
Luis XIV, uno de los máximos exponentes de la monarquía absolutista, hizo del palacio de Versalles el símbolo de un poder que convirtió a Francia en la primera potencia europea y a París en la admiración del mundo por su riqueza artística y arquitectónica. Pero toda esta opulencia contrastaba con la miseria en la que vivía la población, y pronto el pueblo llano, conducido por los burgueses e intelectuales descontentos, se rebeló contra la monarquía, dando paso a lo que se conoce como la Revolución Francesa.
Europa entera se estremeció ante los acontecimientos que tuvieron lugar durante los 10 años de Revolución (1789-1799), y las monarquías del Viejo Continente temblaron ante el ejemplo francés. La Francia revolucionaria dio paso al imperialismo napoleónico,que llegó a su fin con la derrota, en 1815, de las tropas francesas en la batalla de Waterloo ante una alianza de países europeos que querían volver al Antiguo Régimen.
Francia fue invadida por las tropas alemanas en la 1ª y 2ª guerras mundiales. En 1958 se creó la Comunidad Económica Europea, embrión de la actual Unión Europea. Francia y Alemania, reconciliadas tras sus enfrentamientos, formaron el eje central de la nueva organización y desde entonces son dos de los países que más han contribuido a que se afiance.
Francia se encuentra a la vanguardia de los más variados movimientos artísticos. La cultura es de gran trascendencia en este país que se sitúa entre los más destacados en cuanto a legado artístico y cultural.
Hay que destacar, el estilo gótico que surgió en el norte de Francia, a mediados del siglo XII. Las mejores muestras son las catedrales de Chartres, Reims y Amiens.
Ya en el siglo XIX hay una aportación fundamental al campo arquitectónico de la mano de Le Corbusier que supuso una importante renovación artística que, después de la I Guerra Mundial, conformó el curso futuro de la arquitectura.
El Romanticismo, que aparece plenamente hacia 1830, fue muy importante en Francia. Géricault con obras como ‘Balsa de la Medusa’ y Delacroix con la ‘Barca de Dante’ fueron algunos de los pintores más importantes de esta corriente que innova en la luz y en color.
La corriente impresionista, surgida a finales del siglo XIX, destacaron Manet, con obras como ‘Música en las Tullerías’, Renoir con ‘Navegando por el Sena’, Claude Monet con ‘Impresión, sol naciente’ o Edgar Degas con ‘Retrato de Elene Carafa’.
Ya en el siglo XX, el post-impresionismo dio paso a las vanguardias: el fauvismo, con Henri Matisse, o el cubismo, personificado en Pablo Picasso y donde también destacó Braque. Durante los años 20-30, el surrealismo renovó la inspiración de artistas como Masson o Picabia. A éste le siguió el dadaísmo.
GASTRONOMIA
La cocina francesa goza a nivel mundial de justa fama. Para muchos gastrónomos es la mejor del mundo. Cada una de sus regiones ofrece a la mesa alguna especialidad que traspasa las fronteras del país. La Unesco ha declarado a la cocina francesa, Patrimonio de la Humanidad.
En materia de vinos, los de Burdeos son los que tienen más fama, pero no hay que olvidar los de Alsacia, los del Languedoc o los de Bretaña. El 'champagne' toma su nombre de una región francesa especializada en su elaboración, y muchos de los licores y espirituosos más acreditados tienen nombre francés, como es el caso del cognac, armagnac o el calvados.
Los quesos, con una variedad de unos 700, son un elemento esencial en la gastronomía gala. Se suelen tomar al final de la comida, a modo de postre, servidos en una tabla de surtidos, entre los que destacan el delicioso Camembert, de renombre universal; el Brie o el Roquefort, entre muchos otros.
COMPRAS
Se pueden encontrar todo tipo de tiendas, desde pequeñas 'boutiques' de encantador aspecto hasta grandes almacenes en los que hay de todo. Los perfumes, pañuelos de seda, obras de arte, antigüedades y libros son algunos de los productos más recomendables que se pueden adquirir. Así, como vinos, quesos, patés y artesanías.
He viajado a y por Francia en numerosas ocasiones, visitando París, Bretaña, Normandía, Lyon, Estrasburgo, Poitiers, Orleáns, Touluse, Rouen, Bayona, Saint-Maló, etc. que iré desgranando en este blog.
Y como dijo, el rey Enrique II, Francia (París) bien vale una misa ¡
Por todo ello, hay que visitar Francia, o la grandeur (grandeza). Ya lo decía el general De Gaulle:”La France ne peut être la France sans la grandeur (Francia no puede ser Francia, sin la grandeza). Por cierto, la palabra chauvisnista es francesa.
+ INFO: http://www.france.fr/es
No hay comentarios:
Publicar un comentario