El Mar Muerto está situado entre Israel, los Territorios Palestinos y Jordania, a unos 25 km de Jerusalén. Y es, ciertamente, un espacio singular.
Para empezar no se trata de un mar, sino de un lago salado de grandes dimensiones —de unos 76 km de largo, un ancho máximo de 16 km y una superficie de aproximadamente 62.500 hectáreas— que ocupa la parte más profunda de una depresión tectónica atravesada por el río Jordán, que le nutre con su caudal.
Comoquiera que se encuentra totalmente rodeado de montañas, las aguas aportadas por el Jordán, otras fuentes menores y por la escasa precipitación que se produce sobre el lago, no tienen más salida que la evaporación, que es realmente intensa en el clima caluroso y seco del desierto. Como resultado de ello, el Mar Muerto es aproximadamente diez veces más salado que los océanos, con una salinidad de 350 a 370 gr por litro frente a los 35 gr por litro de aquellos.
Es por esta elevada salinidad que el cuerpo humano flota y no se hunde. También por ello ni los peces ni ningún otro ser vivo —salvo algunas bacterias— pueden vivir en él. De ahí su nombre.
Otra singularidad es que se trata del lugar más bajo de la Tierra a cielo abierto al encontrarse 416,5 m bajo el nivel del mar, y por ello no sólo son excepcionales sus aguas, sino también la atmósfera que se encuentra sobre él: más densa que al nivel del mar, filtra mejor las radiaciones ultravioletas nocivas y contiene un 8% más oxígeno de lo habitual.
Al ser muy rico en potasas, bromuro, sal, yeso y otros productos químicos, éstos pueden obtenerse en gran cantidad y de manera económica. Para el proceso de extracción es necesario evaporar artificialmente las aguas del Mar Muerto, proceso que contribuye al descenso de sus aguas. La superficie, que era de 1.025 kilómetros cuadrados en 1945, se estima que será de 312 dentro de unos 100 años. En ciertos puntos, la costa se halla hoy a 600 metros de donde se encontraba 20 años atrás.
Su alto grado de salinidad hace que el agua tenga notables cualidades curativas, pero también hay que tener cuidado de que no te entre en los ojos ni que te toque una herida, porque puedes ver las estrellas. El barro es rico en minerales que le dan cualidades terapéuticas y funciona como un peeling natural. Por eso, hay muchos productos cosméticos fabricados con este lodo que se pueden comprar en cualquier sitio. En las playas también hay tiendas con una variada oferta de productos.
+ INFO: http://sp.visitjordan.com/Attraktionen/DasToteMeer/tabid/67/Default.aspx
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