El Parque Nacional Etosha en Namibia, es uno de los más grandes del mundo. Con 2 ecosistemas, el bosque bajo y matorrales, con el mopane, un árbol caracteristico de la zona, alimento de elefantes y jirafas, de madera dura, usada para tallas e instrumentos musicales y que produce unos gusanos sabrosos, ricos en proteínas y las lagunas saladas secas (pan), donde acuden los animales salvajes a beber.
En Etosha, durante la temporada seca, se pueden ver los 5 grandes: León, elefante, búfalo, rinoceronte y leopardo, este más difícil ya que durante el día duerme y caza de noche.
Los water-hole (pozos de agua) son observatorios naturales, donde los turistas se situan, sobretodo al amanecer y anochecer, viendo un espectáculo increíble: Los animales van a saciar su sed, pero donde existe la jerarquía: Primero, beben los elefantes, luego las cebras, jirafas, antílopes, etc. Si no respetas la jerarquía, te puedes llevar un topetazo. Como le ocurrió alguna cebra que le hizo frente a un elefante.
Llegamos a Etosha y acampamos en el Fuerte Namutomi, que habían construido los colonos alemanes. Puesta de sol desde el baobab de la colina.
Al día siguiente, safari matinal a las 6 am, viendo cebras, jirafas, kudús, springbooks (antílope namibio, símbolo del parque), impalas, elefantes, etc. Al atardecer, subimos al fuerte, para contemplar otra espectacular puesta de sol.
Al otro día, nos desplazamos a Halali, un moderno campamento que tenía un bonito bar en el camping y donde por la noche nos tomamos unos gintonics y amarula junto a una hoguera.
estaban devorando una cebra que habían cazado.
Un nuevo día y nos vamos hasta Outjo, donde compramos víveres y salimos del parque nacional Etosha. Uno de los últimos santuarios de vida animal en África.
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