Zimbawe ("casa de piedra" en lengua shona) es un país al sur de África.
Colonizado por los ingleses, debido a sus minas, el país se llamaba Rhodesia, en honor a Rhodes, el dueño de los diamantes africanos. En 1980, consigue la independencia y Robert Mugabe es elegido presidente y hasta hoy día, sigue en el cargo.
Su geografía está formada por una llanura entre los ríos Zambeze y Limpopo. ¿Antiguo reino de las minas del rey Salomón? Así nos lo hizo creer Ridder Haggard en su famosa novela del mismo título.
Con 13 millones de habitantes, idioma oficial, el inglés, el país sufre una fuerte crisis económica, la gasolina está muy cara y la corrupción política está a la orden del día.
Sin embargo, gracias al turismo que generan las Cataratas Victoria, se atisba una luz al final del túnel.
Las Vic Falls (cataratas Victoria) descubiertas por Livingstone en 1855, son la mayor cortina de agua del mundo: 5oo millones de litros de agua por minuto. Miden 1,6 Km de ancho por 128 mts de altura. Son conocidas como Mosi-oa-tunya (el humo que truena) y son patrimonio de la humanidad. Separan los países de Zimbawe y Zambia, formando 2 parques naturales a ambos lados de la frontera.
Nos alojamos en el campamento Inyati, desde donde se oía el estruendo de las cataratas, en unos cómodos bungalows. Por la tarde, visitamos las cataratas, que tienen unos senderos bien señalizados y te permiten visionar su grandeza, tomar fotografías y disfrutar del espectáculo.
Al día siguiente, hicimos un rafting por el río Zambeze, que es muy excitante, con saltos de agua de nível 5, muy bien controlado por los monitores que te acompañan en todo momento, te hacen volcar, pero todo muy seguro. Es divertido y recomendable hacer el rafting.
Por la tarde, crucero por el Zambeze en el que puedes ver mucha fauna: elefantes nadando, hipopótamos, aves acuáticas, etc. y sobretodo disfrutar de las maravillosas puestas de sol africanas.
Fuimos a cenar al restaurante Mamá África, degustando algunas rarezas: Gusanos fritos, cola de cocodrilo, carne de kudú, búfalo, etc. No apto para estómagos delicados.
Al otro día, alquilamos unas bicicletas y paseamos por los márgenes del Zambeze, pasamos a Zambia y vimos saltos de puenting, que realizaban los más osados/as, lanzándose al vacío más de 50 mts sujetos por una cuerda.
Por la tarde, visita a una granja de cocodrilos, donde los crían para su posterior esplotación: carne, piel, etc. También visitamos el mercado de artesanía, donde puedes encontrar de todo y me querían cambiar las zapatillas por una talla de madera. Era un buen trueque, pero yo las necesitaba.
Fuimos a cenar a un restaurante con música tribal, donde podías probar toda clase de carnes: elefante, antílope, etc. Incluso había un hechicero que te leía el futuro, arrojando unos huesos al suelo. A mí me dijo, que iba a realizar un gran viaje. Claro, había ido a África del Sur.
Y así termina, nuestra estancia en las Cataratas Victoria, donde hay mucho que ver, aparte las cataratas, caminatas, navegación por el río, rafting, puenting, etc.
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