Con 700.000 habitantes y una historia abundante, conserva restos griegos, romanos, árabes, normandos, catalano-aragoneses, españoles, barroco, neoclásico, art nouveau, etc. También basura en las calles sin recoger, mercados variopintos, parques descuidados e iglesias en decadencia, pero con un hermoso interior.
A pesar de todas sus heridas, sus mutilaciones, la falta de manutención, su suciedad, Palermo no deja de aturdir ni de seducir con sus curiosas mezclas de arte y vida popular que le hacen de modo que no puedas olvidar Palermo.
Se debe visitar, la Catedral, El Palacio de los Normandos con la Capilla Palatina, las iglesias de Martorana, San Juan de los Eremitas, San Ignacio, San Fco. de Assis, los teatros Massimo y Politeama, la plaza de los Quattro Canti, la fuente Pretoria, los mercados de Vuccerini, del Capo, los parques de la Pza. Marina, Pza. Independencia, la Puerta Nueva, los museos arqueológico y el Palazzo Abatellis, etc.
En la gastronomía palermitana destacan la caponata, una deliciosa ensalada de berenjenas y el postre típico de los cannoli, un barquillo relleno de queso ricotta. Vino de Marsala, cerveza Moretti y lemoncello.
Y para finalizar la visita a Palermo, es imprescindible asistir a un espectáculo de marionetas.
http://www.cocinaitaliana.eu/ricettepag/POSTRES/cannoli/Cannoli_Sicilianos_%20cannoli_Siciliani.htm
http://www.elmundo.es/motor/2000/MV169/MV169-16.html
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