23 may 2019

OTRANTO Y GALLIPOLLI, en la punta del tacón.

  Otranto es una de las ciudades más conocidas de Puglia, un lugar donde pequeñas callejuelas y casas blancas recorren el interior de sus murallas, dominadas por el gran Castillo aragonés. Es la ciudad más oriental de Italia, y da su nombre a la ría, el Canal de Otranto, de 70 km de ancho y que separa este trozo de costa del Talento del Cabo Linguetta en Albania.

Durante los meses de verano, sus calles se llenan de gente, con sus tiendas y restaurantes abiertos hasta bien entrada la noche. Y es que Otranto ha sido muy popular durante toda su historia.
A finales del siglo XIV, la ciudad fue destruida por los turcos durante una guerra que les enfrentaba con los venecianos de entonces. Como resultado de esas batalla y de la malaria, la población se vio sensiblemente reducida y la ciudad perdió protagonismo.
El casco antiguo de Otranto nos lleva a calles bordeadas de casas pintadas de colores entre las construcciones militares de antaño, fortificaciones que se asoman al puerto. También se visita el castillo construido por los aragoneses en el siglo XV, en una posición que domina la entrada del puerto. Un lugar donde perderse caminando entre calles de adoquines.
La tarantela (baile típico):
Cuando a uno le picaba una tarántula en las regiones italianas del sur se improvisaba un baile frenético en medio del pueblo para que las victimas bailaran locamente al son de los tambores, tras horas y horas bailando caían extenuadas y así evitaban que el veneno se propagara por su cuerpo. Esta es la leyenda de cómo nació la tarantela y cada año se celebra el Festival della Taranta en Salento en Puglia.
La entrada natural al centro histórico es la Porta Alfonsina, en memoria de Alfonso, duque de Calabria, que liberó la ciudad de la dominación turca. Una serie de callejuelas nos llevan hasta la Catedral de Otranto, joya de la arquitectura  románico-pugliese, edificada en el 1080-88 y conocida también como Catedrale dell’Annunziata.


En la Capilla de los Mártires, a la derecha del altar mayor, se conservan los huesos de las víctimas de la masacre turca. La obra maestra, sin embargo, está representada en el suelo, en un precioso mosaico en colores brillantes, obra del sacerdote Pantaleone (1163-1166), que representa escenas de la Biblia y ciclos épicos medievales. Debajo del ábside se encuentra la amplia cripta, sostenida por una selva de columnas con capiteles de distintas épocas y frescos bizantinos.
La calle principal del pueblo es Corso Garibaldi, vibrante y concurrido, que sube en dirección a la plaza del pueblo, o Piazza del Popolo, con la Torre dell’Orologio (Torre del Reloj) del año 1779. Desde aquí se llega a San Pietro, una iglesia bizantina que se remonta al siglo X-XI, y que fue durante muchos años la sede de cul
to griego.



 Porta Mare, La puerta del mar, nos permite subir a los bastiones y alcanzar el Castillo de Otranto. Rodeado por un amplio foso y protegido por tres torreones cilíndricos, el castillo tiene un bastión que domina el puerto. Este impresionante castillo fue construido por los aragoneses en 1485-89 par proteger la ciudad después de habérsela quitado a los Otomanos. Través del puente levadizo se accede a un gran patio donde desembocan las estancias que hospedan exposiciones temporales. Una escalera permite alcanzar las gradas desde donde podemos disfrutar de unas preciosas vistas a la ciudad, al Canal de Otranto y a la costa albanesa.

GALLIPOLI

Conocida con el apelativo de perla de Salento, Gallipoli presume de su antiguos orígenes como revela su nombre que deriva del griego Kalé polis, es decir ciudad bonita.
Conquistada por los romanos en el 265 a.C. después de la caída de Taranto, la ciudad de Galliopoli entró en el circuito de la vía Appia que unía Roma a Brindisi.Está ubicada en el que sería el tacón de la bota del mapa de Italia, sobre el Golfo de Tarento en el Mar Jónico, a cuarenta y nueve kilómetros de Otranto (que está en la parte este, de cara al Mar Adriático), dentro de la Región de la Apulia, formando parte de la Provincia de Lecce; nacida en un islote calcáreo fue unida a la tierra firme por un puente.


 Cuando los romanos la conquistaron, en el siglo III a.C. Gallipoli pasó a ser parte de aquella extensa e importante carretera que conectaba gran parte del Imperio, la llamada Vía Apia, que unía en este caso Roma con Bríndisi. En esa época de prósperos negocios con Oriente a través de Los Balcanes y Grecia la ciudad prosperó ampliamente.

 Luego, por años, estuvo bajo el dominio de varios invasores y hasta sufrió un asedio de casi un año, de 1268 a 1269. Cuando Fernando I de Borbón sube al trono en la parte meridional de Italia da comienzo a las obras de construcción de lo que sería el nuevo puerto comercial de la ciudad.

 Lugares de interés, de los cuales no puedes perderte:
1. La Fontana Greca
Fontana-Greca
La increíble fuente greco-romana se encuentra justo después del puente que divide la ciudad nueva del casco antiguo, ambas diferentes pero de maravillosa belleza. Originalmente, se pensaba que la fuente se remontaba al siglo III antes de Cristo, pero luego de largos estudios se colocó su creación en el Renacimiento.
2. El Casco antiguo
Centro-Storico
Su casco antiguo es pequeño pero muy bonito y se encuentra en una isla conectada al continente por un puente de piedra. Una carretera panorámica, rodea toda la isla, lo que permite disfrutar de un paisaje fantástico
3. La Catedral de Santa Ágata
Catedral-Santa-Agata
La ciudad tiene varias Iglesias que puedes visitar y la más importante es la Catedral de Santa Ágata, del siglo XVII, construida con piedra local, de estilo barroco.
4. El Palacio del Seminario
Palacio-del-Seminario
En la ciudad puedes visitar varios palacios: el Palacio del Seminario, el Palacio Pirelli y el Palacio Balsamo. Entre estos destaca el Palacio del Seminario.
5. El Castello di Gallipoli
Castello-Gallipoli

6. Playas de Gallipoli
Playa-en-Gallipoli
No se puede aparcar dentro del casco histórico, excepto residentes. Dejamos el coche en el parking del puerto y accedimos a pie al centro. Tuvimos la suerte de ver una hermosa puesta de sol, en una terraza y con una cerveza.


Paseamos por el centro histórico, descubriendo sus callejuelas, sus monumentos, terraza de los bares llenas de gente y cenamos en un restaurante típico. Al día siguiente, visitamos el mercado y el puerto, donde se vendía el pescado fresco. Compramos un rico queso de la zona.

  ¡Gallipoli, puerta de Oriente, una ciudad que nos encantó !





+ INFO: https://macpattypuglia.wordpress.com/2014/06/01/otranto/

https://elviajerofeliz.com/gallipoli-la-perla-de-salento/







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