MARIB, el reino de Saba.

 MARIB: La que fuera capital del antiguo reino de Saba está considerada la atracción arqueológica más hermosa de Yemen. En el siglo VIII a.C. se construyó un dique de 16 m de altura, y durante unos mil años sirvió para irrigar los campos que mantenían a unas cincuenta mil personas. En el siglo II d.C. el reino sabeo se hundió, y a lo largo de los siguientes quinientos años, el dique y los canales de regadío se arruinaron, hecho que convirtió a Ma'rib en una población intrascendente. Cuando se descubrió petróleo en 1986 la urbe se revitalizó, y en la actualidad pasa por ser un enclave animado y bullicioso.



 Actualmente, los inmemorables dominios de la reina de Saba son el hogar de tribus beduinas.
Vale la pena recorrer su zona desértica, las ruinas de la represa y los restos de algunos de los famosos templos de Saba, que se mantienen erguidos desde el siglo VI a.C.



 Una de las zonas más fascinantes de Yemen es la provincia de Marib,el que fuera famoso reino de Saba. Aunque durante siglos fue un vergel, en el último milenio Marib ha sido invadido por el desierto en su mayor parte. Se trata de una región de amplios horizontes en el que aún existen algunos conflictos con ciertas tribus, por lo que es posible que, si nos adentramos en la zona, la Administración yemení ponga a nuestra disposición una escolta militar.



 El agreste atractivo de Marib consiste en una espectacular combinación de sugerentes ruinas, como las de Safia o la misma Marib, con un entorno subyugante, dominado por barrancos, dunas y montañas. Aquí viven apenas unos pocos agricultores que sacan de la tierra dátiles y hortalizas básicamente para su subsistencia, además de criar unas feroces abejas que producen la mejor miel del planeta. También existen tribus de beduinos que siguen viviendo de forma nómada, al compás del irregular crecimiento de los pastos y enzarzándose en periódicas refriegas entre clanes.

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