Otras visitas interesantes son el elegante Anfiteatro Romano, del siglo II, descubierto recientemente y con asientos de mármol para 750 personas, y la Columna de Pompeyo, un pilar de granito rosa de 27 metros de altura que los cruzados atribuyeron por error a este emperador, aunque en realidad fue levantada en honor de Diocleciano en el 295 d. de C.
Fue fundada por Alejandro Magno en el año 332 a.C., en una fértil región, con una estratégica situación portuaria, convirtiéndose pocos años después en el centro cultural del mundo antiguo. El lugar estaba frente a una isla llamada Faros, que con el tiempo y las múltiples mejoras que se harían quedaría unida por un largo dique a la ciudad de Alejandro. Sería conocida por el Faro de Alejandría.
La Biblioteca de Alejandría fue en su época la más grande del mundo y llegó a albergar hasta 700.000 volúmenes. Su destrucción es un misterio no resuelto hasta hoy día.
En 2002 la Unesco promovió la fundación de la nueva biblioteca alejandrina.
La llamada Ciudad de los Mil Palacios, fundada por Alejandro Magno, y otras legendarias ciudades de la región canópica de Egipto se hundieron en el agua y el fango porque el suelo no soportó el enorme peso de los suntuosos templos y edificios de aquél momento, incluyendo el Palacio de Cleopatra, situado en el mítico Portus Magnus de Alejandría, el mayor instrumento de poder que había en el mundo en aquél momento. Es la teoría del arqueólogo Frank Goddio, que desde 1992 dirige los trabajos arqueológicos de ciudades sumergidas como Alejandría.
La Fortaleza de Quaitbay, es otro de los puntos turísticos que ver en Alejandría. Es una fortaleza defensiva impresionante que se construyó en 1480 por mandato del sultán Quaitbay. Está construida en el mismo lugar en que se encontraba el Faro de Alejandría después de desaparecer. Según dice la historia, éste fue considerado como una de las siete maravillas del mundo
antiguo.
El paseo marítimo de Alejandria es conocido como la Corniche, tiene una extensión de 25 km y une la parte vieja de la ciudad con las playas y el barrio europeo.
Alejandría no está en la ruta de los viajes a Egipto, pero no está nada mal dirigirse a esta ciudad, para darse cuenta de lo que fue en su tiempo, una de las maravillas del mundo antiguo, con su faro y su biblioteca.
Y aquí termina el relato de mi viaje por Egipto, aunque me quedan muchos lugares por visitar como la Península del Sinaí, el monte de Sta. Catalina, Port Said, Sharm el Seij, etc. Por todo ello, en un futuro, tendré que volver a este maravilloso país, una de las cunas de la humanidad.
+ INFO: http://www.elmundo.es/viajes/2004/32/1087990696.html
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