La ciudad de Cartago estaba situada en el extremo Nordeste del Magreb, en el golfo mediterráneo de Túnez. La situación geográfica era inmejorable: elevada en el extremo de un promontorio que se avanza entre la cuenca oriental y occidental del mediterráneo, dominando las dos partes de este mar, en el lugar donde la costa africana está más cerca de Europa. Esta situación era muy ventajosa para el comercio y el dominio político. Cartago supo aprovecharse de esta situación privilegiada.
Los marinos cartagineses fueron dignos sucesores de los navegantes fenicios. Extendieron la soberanía de Cartago sobre las factorías y colonias fenicias del mediterráneo occidental fundando muchas más, afianzándose en todo el litoral de la cordillera del Atlas y en la parte meridional de España.
Roma no veía con buenos ojos, esta expansión comercial. Muy pronto, esas dos poderosas repúblicas chocaron en sus intereses y dieron comienzo a las hostilidades. En las Guerras Púnicas, que duraron mas de un siglo (de 264 a 146), Cartago disputó a su rival el imperio del mundo.
Cuando Aníbal se puso al frente del ejercito, le faltó muy poco para conseguir el hundimiento del poder de Roma. En el año 140 antes de nuestra era, los romanos tomaron y destruyeron la ciudad de Cartago, desapareciendo de la superficie de la tierra los últimos restos de la dominación fenicia.
Hoy día, no queda ningún vestigio púnico de Cartago, pero sí algunos restos de la destrucción de los romanos, pudiéndose percatar de dos cosas: Una, la privilegiada situación geográfica de Cartago y dos, con imaginación se puede recrear la magnificencia de esta ciudad e imperio que puso en jaque a Roma.
La zona ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad. La visita puede comenzar en el Santuario de Tanit y de Ball Hammon o El Tofet. En la antigüedad fue un magnífico centro de culto a los dioses fenicios en el que se sacrificaban a los primogénitos de la nobleza. Las ruinas del Anfiteatro todavía permiten imaginar la grandeza de lo que fue el Coliseo más grande de África con un aforo para 36.000 personas.
El Museo Nacional de Cartago exhibe una rica colección de los hallazgos encontrados entre las ruinas: mosaicos, las excelentes victorias aladas romanas, lámparas funerarias romanas, objetos de uso doméstico, sarcófagos, joyas, amuletos, etc. de los períodos cartaginés, romano y bizantino.
En la Colina de Byrsa se encuentran yacimientos arqueológicos de la antigua Cartago y desde ahí se obtiene una vista hermosa del Golfo de Túnez. Siguiendo hacia el norte, se llega a las Termas de Antonino, las más significativas de la zona.
Cartago, a pesar de lo poco que queda, es un lugar que debe visitarse para apreciar el valor de la historia y de la cultura.
+ INFO: http://tunez2.blogspot.com/2007/06/cartago.html
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