Chequia o la República Checa es un país de Europa Central, miembro de la Unión Europea con 78.000 km2 y 10 millones de habitantes.
El 1 de enero de 1993 se separó de Eslovaquia, con la que antes formaba Checoeslovaquia.
El país se divide en tres regiones principales:
- Bohemia (En Bohemia se encuentra Praga, capital del país y también de la región)
- Moravia (territorio montañoso cruzado por los Cárpatos y atravesado por varios ríos, que dan lugar a fértiles valles)
- Silesia.
El pueblo checo pertenece a la rama occidental de los pueblos eslavos que se establecieron en el actual territorio de la República Checa a finales del siglo V d.c. Los checos y los moravos llegaron en el siglo VII y fueron sometidos por Carlomagno cien años más tarde, entrando en contacto con el cristianismo.
Perteneció al Sacro Imperio Romano, después al Imperio Austrohúngaro. Al terminar la I Guerra Mundial, se hizo independiente formando Checoeslovaquia.
Hitler se adueñó de los Sudetes, que permitieron a la Alemania nazi hacerse de forma gradual con Bohemia y Moravia.
Al finalizar la II Guerra Mundial, los comunistas invadieron el país. En 1968, se produjo la Primavera de Praga, en la que se reclamaban libertades.
Por fin, en 1989 con la Revolución de Terciopelo se conquistó la democracia.
La música y la literatura son las dos expresiones artísticas en las que han destacado los checos. En música, uno de los compositores más famosos es Antonín Dvorák (1841-1904) cuya obra más conocida es la 'Sinfonía del Nuevo Mundo'. Otros nombres importantes son Bedrich Smetana y Leös Janácek.
En cuanto a literatura, el escritor más famoso es, sin lugar a dudas, Franz Kafka quien, junto a un círculo de otros escritores judíos de habla germánica residentes en Praga, desempeñó un papel decisivo en la escena literaria de principios del siglo XX. Entre los escritores contemporáneos más reconocidos en el ámbito internacional cabe destacar a Karel Capek, el presidente Vaclav Havel, Milan Kundera y el poeta Jaroslav Seifert, Premio Nobel de Literatura en 1984.
También es resaltable la pintura con Alphonse Mucha, del estilo 'art nouveau' y Frank Kupka como pintores más destacados.
La comida checa se compone principalmente de carne de cerdo, de hecho uno de los platos más típicos es el cerdo asado.
Otro de los más famosos es el el gulash, una especie de sopa, procedente de Hungría, pero que han tomado como propio en la República Checa. Con la mayoría de los platos típicos se sirve el knedlíky, algo así como unas albóndigas de carne, cortadas en grandes porciones, que también se acompañan con patatas, arroz y verduras.
La bebida nacional es, por supuesto, la cerveza. De hecho la cerveza rubia nació aquí. Además son bastante buenos los vinos de Bohemia y Moravia, jugos de frutas y licores. Las principales especialidades incluyen becherovka (un brandy hecho a base de hierbas) y dos bebidas moravas, slivovice (brandy de ciruelas) y merunkovice (brandy de albaricoque).
Las compras más interesantes son la cerámica y la porcelana, las tallas y juguetes de madera o la ropa hecha a mano.
No hay que olvidarse del mundialmente famoso Cristal de Bohemia.
El primer disco compacto de música clásica lo compré en Praga. Eran muy baratos.
He estado 2 veces en Chequia. La primera, antes de 1989, estaba tras el “Telón de acero”. Más auténtica y con menos turistas. La segunda, iba camino de la Unión Soviética (hoy Rusia), se veía con más turistas y más “cambiada”.
No obstante, Chequia tiene muchas cosas y lugares que ver, por lo cual es recomendable el viaje.
+ INFO: http://www.czechtourism.com/spa/es/docs/holiday-tips/news/index.html
1 comentario:
Disculpe: Los knedlíky son tajadas de una masa de harina y algún huevo, con cubitos de pan común seco en la masa, hervido. Se acompaña con bifes de cerdo y chucrut, con pollo a la paprika o salsa blanca con hongos, etc.
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