Numerosos monumentos públicos fueron construidos en esa época, de los que destaca, sin duda alguna, el anfiteatro, con una imponente arquitectura que superó las vicisitudes del tiempo. Construido durante la cuarta década del tercer siglo, tenía una capacidad de 30.000 espectadores y era el cuarto en importancia del Imperio Romano.
El anfiteatro romano de El Jem es, sin duda, uno de los monumentos romanos más famosos de Túnez. Su impresionante arquitectura destaca majestuosamente entre las casas bajas de la ciudad.
La construcción, de forma elíptica, tiene 36 m. de altura y sus dimensiones son de 148 m. por 122 m.; la arena mide 65 m. por 39 m. Tenía tres pisos con 60 arcadas corintias. Bajo el suelo de la arena tiene dos galerías en forma de cruz bordeadas de celdas abovedadas destinadas a los combatientes y a las fieras.
Hay muchas leyendas sobre el coliseo, pero me contaron ésta, que me gustó:
“En el interior del coliseo hay un tesoro escondido; la joven de El Jem capaz de matar a un cordero y de hacer de su carne un buen cuscus (plato típico tunecino), y de su lana una bonita alfombra, encontrará ese tesoro.”
Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1979.
Aquí se rodaron algunas escenas de la película Gladiator, de R. Scott.
+ INFO: http://tunez2.blogspot.com/2007/06/el-djem.html
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